uno

114 9 4
                                    

Clara

4 años de edad.

—Niiñas arriba hoy viene una pareja— recordo la madre Teresa.— Ya está servido el desayuno, vístanse y bajen.

Me pare de lo mas contenta, a lo mejor hoy es el día que tanto llevo esperando. Una familia me puede llegar a elegir.

Corrí al armario, donde guardamos todas nuestra ropa, saque un vestido rosa con una cinta en la cintura, unas medias blancas y zapatos negros.
Ma cambie y luego de hacer mis necesidades baje para que la madre Dana me peinara el cabello con dos trenzas.

Me moví con dirección al comedor y me senté agradecer por la comida del día. Luego cada uno empezó a comer y a conversar sobre las nuevas muñecas que habían donado.

—Niñas— gritó la madre Teresa apareciendo.— Ya llego la familia, vamos.

Corrí lo más rápido, para ser la primera en presentar pero una niña paso y me empujo haciéndome tambalear y caer en los brazos de un desconocido.

—Hola pequeña— saludó un hombre con una sonrisa y mi cara se enrojeció por la vergüenza.— Deberías tener mas cuidado la próxima vez, no corras nena.

Luego de dejarme en el suelo mire mis zapatos y mi cabello cubrió mi cara, la risa del hombre llego a mis oídos y me puso un mechón detrás de oreja para luego sonreirme y seguir su camino.

-Señor y señora Jonas, les presentamos a nuestras niñas - dijo muy feliz la Madre Amelia- ¿Por quién quiere empezar?

-Nos gustaría que nos presentarán a todas- dijo la mujer.

La Madre Amelia sonrío y asintió, y le hizo como una mueca para que Madre Teresa siguiera.

- Bueno- se dio la vuelta hacia nosotras y sonrío - Ella es Melissa, es amorosa y le encanta dibujar. Ella es Vanessa y es muy creativa, ella es...

Siguió nombrando a todas hasta que al final estaba yo, ya que llegue al final.

- Y por ultimo- me señalo- Ella es Clara,es muy amable y le encanta pintar, a pesar de que tenga 5 años dibuja muy bien-termino de presentarnos.

Al decir esto el señor y la señora Jonas sonrieron.

-Madre Teresa -dijo el señor Jonas- creo que ya sabemos a quien vamos a elegir .-

La Madre Teresa y la Madre Amelia sonrieron.

-Bueno, entonces vengan a mi oficina y hablamos-dijo la Madre Teresa.

La pareja se fue con la Madre Teresa al segundo piso ya que ahí esta su oficina.

-Ya niñas- Dijo la Madre Amelia sonriendo- Vayan a sus cuartos, luego las llamamos .

Todas subimos, pero yo me desvié y me fui a la puerta de la oficina de la Madre Teresa. Ya se que es malo escuchar conversaciones ajenas, pero tenía curiosidad.

- Buena elección señor y señora Jonas- dijo la madre Teresa- Aun que nadie sabe lo que paso con sus papás reales, todavía existe la posibilidad de que estén vivos o tal vez no. La niña cuando llego estaba llena de sangre, estaba en la entrada envuelta con una manta. Recuerdo que habían tocado el timbre y baje, y me encontré con este pequeño regalo, claramente me asuste cuando la vi llena de sangre, pero aún así la tome.

Sentí que alguien se estaba acercando y corrí a mi habitación y no escuche nada mas. Cuando entre todas estaban hablando y no notaron cuando entre me fui directo a mi cama.

Después de un rato la Madre Amelia entro diciéndonos que teníamos que bajar.

-Niñas, la decisión que tomaron el señor y la señora Jonas no fue fácil, dado que todas son muy distintas en muchos aspectos pero también muy especiales- dijo la Madre Teresa - Sin embargo, a la niña que eligieron fue a Clara.

No me lo podía creer, estaba feliz muy feliz, luego escuche aplausos de mis compañeras y a mi nueva familia acercándose y dándome una abrazo.

-Hija arregla tus cosas y nos vamos a casa- dijo mi nueva mamá.

Asentí y me fui corriendo muy feliz.

*Fin flashback*

-No- grite , pero una señora me tomo para sacarme de ahí- No se los lleven.

Pero ya era tarde, me sacaron en dirección opuesta en la llevaban a mis papás.

-Clara -dijo aquella señora que no sabia su nombre- Te iras a vivir conmigo, serás feliz de nuevo- esa señora me sonrió , pero yo estaba muy triste y solo llore mas.

Solo paso un año , y mis papás adoptivos me abandonaron como los reales, ¿por que nadie quiere estar conmigo?¿protegerme?¿por qué no puedo ser feliz como cualquier niña de 6 años?

-Vámonos Clara- dijo aquella señora que aun no me dice su nombre- por cierto, soy la hermana de tu madre, estaba de viaje y cuando llegue, me entere de esta noticia.

Mi supuesta tía me llevo en su auto.

-Clara, cariño- sonrío mi tía- si quieres duerme, el trayecto va a ser largo.

Asiento, pero me quedo mirando hacia la ventana, estoy llorando de nuevo . Poco a poco siento como los párpados me pesan cada vez más, hasta quedarme dormida.

*********•*********

Capítulo editado.

Cata y Anna fuera paz

Todos tenemos un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora