CAPÍTULO I
DESPUÉS DE MEDIA NOCHE¿Cómo explicar esto?
Sus palabras suenan como una canción en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez mientras trato de comprender el remolino de sentimientos que golpean con fuerza la puerta donde los había encerrado.
«Le gustabas...»
El susurro de mi subconsciente es suave y mi corazón se estremece aún más, respiro profundamente en un intento de calmarlo, de tranquilizar ese remolino de sensaciones que provocan tantos estragos en mi interior. Pero es que... ¿cómo no estar en este estado? Lo que creía imposible se hizo posible en cuestión de segundos, mi corazón y alma están eufóricos por la confesión.
Aprieto el teléfono que se halla en mis manos, ella continúa hablando nerviosa al otro lado de la línea y yo intento seguir el hilo de la conversación.
Mis manos están sudando.
Sonrío por eso, es más que obvio que estoy sumamente nerviosa. Estamos hablando de un tema que nunca se nos hubiera pasado por la cabeza hablar, se me hace tan inverosímil que esto esté sucediendo, incluso mi mente tan lenta como un perezoso va a mil por horas uniendo puntos que en su tiempo había pasado por alto. Esta vez mi memoria funciona de forma correcta.
Sé que quizá estoy siendo torpe con las palabras que estoy diciendo, pero no sé cómo no serlo. Estoy pensando demasiado, asimilando la idea de que en algún punto de toda nuestra historia ella sintió lo mismo que yo y, de hecho, me siento algo tonta por no haberme dado cuenta.
La curiosidad me invade por saber qué hubiera pasado si me hubiera percatado de sus acciones, de sus sutiles -o no tal sutiles- formas de demostrar sus sentimientos por mí.
«Eres muy despistada para haberte dado cuenta»
La respuesta de mi subconsciente suena tan obvia que reprimo soltar una risa divertida. Es cierto, soy tan despistada como para darme cuenta de las cosas.
-Incluso coqueteabas conmigo, lo que me hacía preguntarme si te dabas cuenta o no.
Siento mis mejillas arder.
-¿Yo coqueteé contigo?
Oh por Dios... mi nivel de estupidez es tanto que ni siquiera me percaté de que estaba coqueteando con ella. Sin embargo...
¿Por qué no me di cuenta de eso? Es decir, uno se da cuenta de sus acciones, ¿no?
Se supone que soy un manojo de nervios y torpeza cuando se trata de coquetear, no recuerdo ni siquiera una vez en que haya intentado coquetear con alguien. No se me da y, si lo llegara a intentar, estoy bastante segura que estaría al nivel de compararme con Ross de Friends. ¡Un verdadero desastre!
Entonces, pensándolo detenidamente, ¿por qué con ella salió tan natural que ni siquiera me percaté de mis acciones?
Cierro los ojos, la respuesta baila frente a mí con descaro.
-También me confundiste al principio -confieso en un susurro.
Mi corazón no late rápido como un auto de carreras, al contrario, siento que mis latidos cardiacos disminuyen considerablemente y retengo la respiración. He dicho parte de la verdad.
Si soy sincera conmigo misma por una vez en mi vida, tengo que admitir, aquí y ahora, que caí a sus pies como todas las personas que caen ante ella cuando conocen el hermoso ser que es. ¿Y cómo no haberlo hecho? Por Dios, ella es maravillosa en todos los sentidos; desde su encantadora risa que me roba interminables sonrisas hasta su frialdad que aprendí amar.
-Pero dijiste que era un juego -continuo con calma-, así que asumí que estabas jugando. Lo tomé así.
Y encerré los sentimientos que estaba experimentando para no arruinar las cosas, sabía lo que pasaría si confesaba. Había sido preferible callar a perderla. Ella es tan única, tan especial que es la única persona -a excepción de mi familia- que deseo siempre tener en mi vida. Es la constante que deseo tener.
Al final, ese juego se había descontrolado. Ella me había dado un consejo que había cambiado todo y yo había ido a los brazos de él, la persona que sabía podía ayudarme a frenar las cosas que estaba experimentando. Y, sin quererlo, con esa decisión ella había protegido su corazón al igual que yo lo había hecho.
Ambas habíamos huido.
Y ahora estábamos hablando de ese tema jamás contado.
-Estás tranquila porque sabes que no iré tras de ti.
Mi tranquilidad no es por eso.
-Estoy tranquila porque eres tú.
Esa es la respuesta más clara que puedo dar para no demostrar el desastre de emociones que ha causado en mi interior. No estoy tranquila. Incluso estoy sorprendida de mi dominio por mi desbocados sentimiento que exigen salir, había jurado dejarlos ahí guardados, no podían salir. Pese a la confesión, temo que si digo todo lo que realmente siento sea demasiado para ella, después de todo, a mi querida persona favorita le da roña las cursilerías y le da nervios el sentimentalismo. Además, ella acaba de decir que eran sentimientos del pasado.
No siente más eso por mí.
-¿Algo más que quieras confesar? -me cuestiona-. Siento que aún quieres decir algo más...
«Deja salir lo que realmente sientes...»
-No, no hay nada más -contesto con pesar.
Es mejor así, la quiero y me quiere. Me basta con tenerla en mi vida para siempre. Es mi pequeño diamante que no quiero perder.
-¿Lista para dormir? -digo cambiando de tema.
«Ella provocó sentimientos que jamás habías experimentado...»
Muerdo mi labio con fuerza, el sabor metálico de la sangre me llega al paladar y hago una mueca de asco. La línea de esos pensamientos se acaba aquí. Los sentimientos no saldrán, no los dejaré salir.
-Si.
Escucho su respiración al otro lado de la línea y cierro los ojos. Nuestra costumbre de dormir durante las llamadas se hace presente. Todo sigue normal pese a todo.
Te quiero más de lo que puedo admitir...
Feliz día de San Valentin, mis amados lectores. Espero se la estén pasando bonito.
Los quiero 💕
Sayonara 🐼
PD. Disculpen la ausencia, espero todos se encuentren bien.
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Después de la media noche
FanfictionAlgunas veces las llamadas después de la media noche pueden ser peligrosas... Suelen salir secretos a la luz. Un regalo de San Valentín para mis amados lectores. ¶One-shot Taeny o Jeti (?) ¶No adaptaciones sin consentimiento. ¶Historia totalmente o...