La sonrisa en el rostro de Jessie era inminente, tenía una felicidad infinita, casi que inborrable, me alegraba verla así, tan contenta e inocente.
Pero nuestra felicidad no duraría mucho, esto es muy difícil de contar.
Aquella mañana todo fue alegría para nosotros, pasamos felices y sabíamos que nos casaríamos pronto, de repente esa felicidad se opacó tan solo con el sonar del teléfono
-Hola, ¿quién habla?
-Jake no tengo tiempo para responder tus preguntas, pero soy tu padre, algo fatal acaba de ocurrir.
-¿Qué sucedió papá?
-Tu madre fue encontrada muerta en su cuarto en la mañana de hoy.
Solté el teléfono, atónito, sin palabra alguna que pudiera enmendar aquel profundo dolor que causa el saber que la mujer que te vió nacer, que estuvo ahi para ti las 25 horas del día, que te amo incondicionalmente, que te enseñó tantas cosas, saber que esa mujer que dió todo por ti, saber que tu madre ha muerto es indescriptible. Como asimilar el hueco que deja una madre en tu corazón, tantas veces que peleaste con ella sin razón alguna y ahora ya no vas a poderle decir Te amo mamá, nunca la pude valorar como se lo merece y creo que ya no tendré otra posibilidad de hacerlo.
¿Jake todo bien?.- preguntó con lagrimas en los ojos Jessie
No mi vida, mi madre acaba de morir, pero tendré que superarlo, alguna vez leí en un libro que todo lo que se une se deshace, y lo que formó a mi madre alguna vez, le llego la hora de deshacerse y me tocará soportar el dolor.- respondí llorando a Jessie.
No me respondió lo único que hizo fue abrazarme tan fuerte como pudo, lo necesitaba, llorámos juntos, sufrimos juntos, muestra de que era un amor verdadero. Salímos de la casa rumbo a la playa, que era el único lugar capaz de tranquilizarme y tranquilizar a Jessie.
Mi mente sabía que todo sería distinto después de esa llamada, y tengo que decir que estaba en lo cierto.
