Soy Rara Por Creer En Ti (Terminada)

36.Un Nuevo Comienzo

El amanecer no tarda en llegar, y los primeros rayos del sol nos reciben, dando paso a un nuevo día, un nuevo comienzo.

En eso, todas las personas que se encontraban en el refugio empiezan a salir de las profundidades del bosque

Mientras nosotros miramos asombrados aquella escena, donde muchos lloran de felicidad, otros ríen y el resto lanzan gritos de júbilo, los niños corren por todo el lugar mientras tararean una melodía.

Y de repente estallan en un solo grito 

¡Gloria a Dios!

Nosotros nos unimos a sus gritos de victoria y ellos corren en nuestra dirección; nos abrazan, nos agradecen, dan Gloria a Dios; y después de estar en medio de una guerra espiritual esto se vuelve una celebración.

Los que estaban inconscientes han despertado y los heridos han sido sanados, los que habían sido poseídos lloran y no dejan de exaltar el nombre de Dios

Y nosotros solo podemos decir ¡Gracias a Señor!

Entrego a Dylan a unas señoras para que lo atiendan y camino por el lugar, los pueblerinos empezaron a recoger los restos de las casas y limpiar el lugar, para reparar lo dañado. Algunos encuentran a sus familiares que no lograron escapar de la maldad de los demonios y lloran sus muertes.

Veo a Alexa con Axcel y su tío, me encuentro con Evan y su hermanita la cual me abraza, miro a Melissa con su familia y muchos más reuniéndose con sus seres queridos

Doña Florencia ojala pudieras ver esto

—¡Hey Mía!

Cuando volteo me encuentro frente a frente con Justin, Mónica y otros chicos de la preparatoria 

—Este... Todos nosotros te queremos pedir perdón —Justin se rasca la nuca— todos estos años, te hicimos la vida imposible, y no quisimos creerte, cuando todo este tiempo decías la verdad, sabemos que un simple perdón no va a compensar todo lo que te hemos hecho, pero aún así estamos aquí, y te pedimos perdón aunque no lo merezcamos

—Los perdono

—¿Enserio? —Mónica abre los ojos como platos 

—Yo no soy nadie como para no perdonarlos, ustedes son mis hermanos en Cristo

Muchos de ellos empiezan a llorar después de decir aquellas palabras, me acerco a cada uno y les doy un abrazo, muchos me murmuran perdón y otros me susurran gracias.

Después de eso nos reunimos todos en la plaza con los demás, bromeamos, lloramos y damos gracias a Dios entre risas

—Si me permiten su atención por favor —el Alcalde Lucas nos llama y la gente se reúne a su alrededor

—Quiero pedirles perdón a todos ustedes —empieza— es mi culpa que todo esto haya pasado, yo permití que el enemigo me utilizara como instrumento para destruir todo a su paso, tengo que confesar que había hecho un pacto con el diablo— muchos se miran las caras con el ceño fruncido y murmuran atónitos ante la confesión de Lucas— y si no hubiera sido por que Dios utilizó a Amelia, no hubiera podido ser libre, yo sabia que Dios tenía un gran propósito con ella, y mis decisiones me llevaron a la locura y quise acabar con ella, también confieso que fui yo quien mató a la niña Ester —los jadeos y sollozos no se hacen esperar — la maté porque los demonios me lo mandaron, todo para destruir a Amelia; hoy públicamente me arrepiento de todo lo que he hecho y con mucha vergüenza admito mis pecados ante ustedes y Dios, y les pido perdón, me hundí en mi ignorancia y seguí los pasos de Bruce Brown al dejar a Dios de lado, Amelia -lo miro- te pido perdón por todo lo malo que te hicimos, por todo lo que te hemos hecho sufrir, Dios hoy te ha levantado y se que serás una gran mujer. Perdónenme y comprendo si quieren a un nuevo Alcalde