Había una vez una familia muy humilde y de escasos recursos que tuvieron que emigrar a otra ciudad por un mejor bienestar. Pochita, la hija menor de la familia comenzaba a sentirse triste porque para ella ya nada sería igual. Ir a su escuelita no tenía sentido, porque ya no volvería a ver a su maestra y a sus amiguitos, el hermano mayor Carlos trataba de consolarla y darle ánimo para que cambiara su actitud.
Pochita respondió: Extraño a mi maestra y en especial a mis amiguitos. Su hermano Carlos respondió ágilmente, tranquila hermana ya se te pasará, luego los padres de Pochita se daba cuenta de su tristeza, pero ya nada podían hacer. Su difícil situación lo llevaron a emigrar.
Claudio, el padre de Pochita consiguió un buen trabajo en una ciudad llamada Susilandia en donde le iría muy bien y lograr superarse.
Claudio responde a su esposa me está yendo muy bien familia! no podía llegar a mejor lugar que aquí. Su esposa Carmen muy motivada por llegar aquella ciudad acogedora, pero sin embargo triste por su hija, al día siguiente la familia se levanta apresuradamente y su esposa carmen comenta a su esposo Claudio, hoy pochita comienza sus clases Claudio responde esperemos se enseñe en su nueva escuelita ya veras que tal vez si lo logrará
Pochita llega a su nueva escuelita con muchos nervios al saber que amigos conocerá cómo será la maestra en fin un sinnúmero de incógnitas al entrar al curso todos los miraban de pies a cabeza y con cara de rareza porque ella la única niña de piel Morena humilde y muy inteligente pasaron las horas y nadie jugaba con ella ni se le acercaban la maestra Teresa una persona muy amable y bondadosa le brindó su confianza y apoyo su madre llegó al término del día de clases de pochita a recogerla en su casa pochita comentó a sus padres lo sucedidó por parte de sus compañeros
Claudio le dió un mensaje a pochita y le aconsejó no te sientas menos por tu color de piel, al contrario sientete orgullosa de ser afro. El racismo hay en todas partes y eso ya depende de los valores que en casa le enseñen. Recuerda siempre todos somos iguales y tenemos los mismos derechos. No somos menos por estar en su ciudad. Una ciudad ajena Me he encontrado con personas muy amables y cálidas y También personas déspotas la vida es así mija y hay que seguir adelante luego la familia de pochita sentía que su hija estaba recibiendo mucho racismo por parte de sus compañeritos del aula un día en un concurso de oratoria en la escuela la maestra de pochita llega hacerla participar y ella con mucho miedo pero al mismo tiempo con muchas ganas de lograr y ganar el premio todos estaban ansiosos en querer ganarlo pero nadie lo hacía tan bien como pochita la maestra le puso su confianza y logró que pochita participara, los compañeros hacían comentarios ofensivos como que vergüenza una afro nos representará y lo peor no ganará llego el gran día del concurso la madre de pochita se dirigió a ella Carmen le dijo hija se que lo harás muy bien, confío en tí.
Pochita contesto asi es mama gracias por tu apoyo subió al escenario con muchos nervios el Jurado estaba muy estrictos pero ella sabía lo que tía que hacer comenzó su oratoria y todos tan encantados de cuan maravilloso lo hacía sin duda el Jurado otorgó el premio a pochita por su extraordinaria participación el premio era un viaje donde todos sus compañeros querían ir la maestra felicito a pochita diciendo !que bien lo hiciste sabía y confiaba en ti, te felicito por representarnos tan bien luego de esa platica acudieron al aula y todos los compañeros se sentían mal por cómo se comportan con ella y se dieron cuenta de lo mal que hacían la maestra expresó y hablo con ellos todos somos iguales, nadie puede juzgar a los demás por sus color de piel nunca sabemos cuando se va a necesitar de esa persona sus compañeros se acercaron a abrazar a pochita pidiendo mil disculpas, ella muy feliz contest yo solo quiero amigos verdaderos porque estoy en Susilandia una ciudad que no es la mía y quiero amigos que me brinden su apoyo.
Moraleja
Todos no somos iguales es verdad pero no por eso Podemos juzgar a los demás, no por el color de piel, estatus económico, aprendamos aceptar tal y como son y aprender a vivir con ellos.
ESTÁS LEYENDO
Pochita en la ciudad de Susilandia...
Short StoryHistoria de la vida real. Familia que lucha por superarse.