capítulo 30

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-Necesito ir a bañarme, por cierto ¿Sabes que dia es mañana? -Le bese cortamente los labios y le sonreí

-Eeh... ¿Tu cumpleaños?

-No tonto, mañana nos tiramos en paracaidas. -El bufo y se sento en la cama.

-Nada mas pensarlo me marea... Date prisa, yo tambien tengo que ducharme. -Me sente detras de el y acaricie su espalda haciéndole un masaje.

-Estas muy tenso, relájate. -Bese su espalda y continué masajeando la zona. -¿Quieres ducharte conmigo? -El me sonrió pícaro y asintió.

-Hoy estas jugetona... -Me reí y entre al baño.

-Yo voy preparando la bañera, tu coge la ropa. -Asintió y puse el agua a calentar mientras buscaba una buena loción para el cuerpo, al terminar llené la bañera y le apliqué jabón y la locion con olor a vainilla.

-Hola preciosa. -Senti sus manos en mi cintura y su cuerpo junto al mio, me gire y me despoje de la camiseta. -Te sigue sobrando mucha ropa.

-A ti tambien guapo. -Se rió y se quito la camiseta, acaricie su torso y sus brazos mientras mordia mi labio inferior, su perfecto cuerpo brillaba gracias a la tenue luz del cuarto de baño. -Eres hermoso Guillermo. -El sonrió mientras jugaba con el boton de mi pantalón hasta llegar a desabrocharlo, sentí como mis pantalones rozaban mi piel para salir de ella por completo, Guillermo no se quedó atras y se quitó rapidamente sus pantalones, nuestra ropa interior tampoco tardó en desaparecer, ambos entramos en la bañera y nos relajamos en la cálida agua, sentia las suabes caricias de Guillermo sobre mi desnuda piel, me movi para sentarme justamente detras de el y hacerle un suabe recorrido con la esponja, Guillermo me obligó a sentarme justamente en frente de él para comenzar a besarme, me recoste sobre el, sintiendo como el agua rozaba nuestro cuerpo, pero el roze que mas me deleitaba no eran producido por el agua, sino por el suabe roze de sus dedos en mi cadera y sobre todo, el de sus labios contra los mios, senti como rodeaba mi cintura para elevarme un poco y ponerme aún mas sobre el,

-Esta vez nadie nos va ha interrumpir. -Me dijo entre nuestros labios, yo reí y continué besandole mientras acariciaba suabemente su cuerpo.

-Lo se. -Le susurre, Guillermo tomo aire antes de sumergirnos en el agua a ambos, un beso bajo el agua, solo a el se le ocurrian cosas asi, claramente no podiamos abrir los ojos ya que el javon nos los dañaria, pero sin duda, eran muy diferentes a los normales.

-Con el agua así pronto empezara a hervir.

-Mejor, me gusta el agua caliente acompañada de mi novio. -Continué besandole, sintiendo como una bonita sonrisa torcida se le dibujaba en la cara. -Guillermo, los preservativos.

-¿En serio? ¿Ahora tengo que salir?

-Si, no pienso quedarme embarazada. -El rodo los ojos y se puso de pie, salió del agua y se puso una toalla que rodeaba su cintura, pude escuchar como rebuscaba en una bolsa y volvía a entrar, vi como abria el paquete y de el sacaba ese plastico transparente, se puso en el borde de la bañera y se lo colocó, me miró con una sonrisa torcida y me beso cortamente antes de entrar a la bañera, se puso a mi lado y yo me puse sobre el, al estar así pude notar como el estaba mas que listo para comenzar con las penetraciones. -¿Empezamos o no?

-Estas tardando. -Le sonreí y agarre sus brazos para ponerlos a ambos lados de su cabeza.

-Hoy no digas nada, dejame a mi. -El asintió y yo tire su cabeza hacia atras con cuidado de no hacerle daño, agarre su miembro y lo puse en mi entrada para sentarme sobre el por completo, Guillermo cerró los ojos y sonrió satisfecho, para intentar excitarle mas comence a mover mis caderas mientras besaba su cuello y subia y bajaba, era un no parar pero sinceramente, por las caras y ruidos que el hacia merecia completamente la pena.

-Vas ha hacer que acabe antes de lo previsto... -No hice nada hasta que senti como el comenzaba a moverse y a tensar sus musculos, soltó un largo gemido antes de volver a relajarse. -Te lo avisé... -Me senté a su lado y abracé su cuerpo cansado. -¿Te crees que te voy a dejar a ti sin el tuyo preciosa? -Se puso sobre mi y comenzo a moverse de adelanta hacia atras rítmicamente, mis gemidos se ahogaban en sus labios, sentí un suabe escalofrío y la mejor sensacion del mundo, sin darme cuenta clavé mis uñas en su espalda y bese con fuerza sus labios, Guillermo se puso a mi lado y me abrazó. -Te lo dije amor. -Le sonreí y vi como un pequeño plastico se dipositaba sobre uno de los costados de la bañera.

-No lo dejes ahí. -Dije divertida, el me miro sonriente y me besó cortamente el hombro. -Eres tonto chaval... -Negué con la cabeza y el hizo un puchero.

-No me llames así. -Guillermo retiro la mirada triste y yo agarre su menton, le hice mirarme y darme un beso. -Te quiero.

-Yo te amo. -Puse mi frente contra la suya. -Te adoro. -Acaricie su clavícula marcada por sus musculos y bese su cuello.

-¿Sabes que? Nunca hemos tenido una cita.

-Es verdad...

-¿Quieres tener una cita conmigo?

-¿Que clase de pregunta es esa? Claro que quiero amor.

-Genial, pues ya podemos estar saliendo que vamos a ir de compras y luego a la cita.

-¿Compras? Eres muy pijo para ser hombre.

-¿Pijo? Preciosa, no soy exactamente pijo. -Me sonrió y me dio un corto beso en los labios, agarró el shampoo del pelo y puso un poco en sus manos. -Sientate aqui. -Abrio sus piernas y me sente entre ellas dandole la espalda, sentí sus manos en mi cabello y como lo masajeaba lentamente, continuo besando mi hombro mientras enjabonaba mi pelo, al terminar agarró el mando de la ducha y me quitó todo el jabon, luego me giré y comencé a enjabonar el suyo y de vez en cuando le daba cortos besos en los labios, al terminar de ducharnos nos cambiamos de ropa para ir a un centro comercial del centro de Madrid.

La universidad (willyrex y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora