Hermanas separadas Enemigas por instinto: Hielo y fuego

II

El vestíbulo se encontraba vacío cuando llegue a casa. A pesar de que las luces estaban prendidas, parecía como si nadie estuviese despierto, deje mi chaqueta en el perchero y me dispuse a buscar a Jack. Tenía noticias para él, y eran muy buenas. Entre en la sala de música, donde Jack se pasaba todo el día, si no tocaba el piano, tocaba el violín o el chelo o algún instrumento de cuerda similares a esos. Busque pero no estaba ahí, me pareció raro y me fui encaminando hasta la puerta de salida, y fue justo, en ese momento, que me choque con Jack y casi me caigo de bruces contra el suelo de la sala de música.

<Ya que tenía mi trasero levantado me tenía que pasar esto. Me rindo, las sentadillas no son lo mío.>

–¿Frixen, estas bien?

Dijo luego de sostenerme antes de caer.

–Si Jack. Lo siento. Te tengo noticias.

Respondí acomodándome fuera de los brazos de Jack, a pesar de estar acercándose a los 40 estaba muy bien cuidado, no se le notaba ni una pizca de canas y tampoco pérdida del cabello.

<He aquí, mi lado perver sale a flote.>

–Ah bien, ¿Que clase de noticias? ¿Buenas o malas?

–Las mejores noticias de la vida. Aunque no lo creas me encontré con Dylan en la fiesta del lago, eso es un progreso ¿verdad?

Dije esperando a ver la reacción de mi tutor.

–Frixen son excelentes noticias. ¿Como la encontraste? ¿Te vio? ¿Le dijiste algo? ¿Que paso?

Me acoso con sus típicas preguntas.

–Para ya, si me estás haciendo preguntas tan rápido no te las podre responder.

Dije exasperándome.

–Está bien, solo estoy emocionado, es un gran cambio, solo cuéntame.

–Bueno, en realidad no pensaba que la encontraría, es mas solo fui a la fiesta para divertirme un poco y solo la vi, bueno ella me vio. Yo estaba en la montaña más baja de ahí hablando con una chica, que ya ni recuerdo el nombre, y entonces sentí como me miraban fijamente y me di la vuelta, en cuanto hice eso me encontré con sus ojos, estabas en lo cierto Jack, sus ojos son tan rojos que parecen sangre derramada en un piso blanco, en fin solo nos quedamos mirando fijamente y me fui entre los árboles.

–Wow está bien. Solo ve a descansar, debes de estar agotada.

Me dio un beso en la frente y salió.

Camine por la alfombra del pasillo hasta mi habitación. Tenía que hacer remodelaciones, el tapiz celeste se estaba saliendo de la pared y los muebles se estaban descascarando a causa de los años que tienen. Abrí mi armario y agarre un camisón color celeste, habrán notado que es mi color favorito, de seda y me lo puse dejando atrás mis jeans y blusa blanca. Al recostarme en el suave colchón de mi cama, sentí una sensación reconfortante, me tape con la finas sabanas y al cabo de unos minutos estaba profundamente dormida.

Luego de ese acontecimiento aparque en una esquina que parecía abandonada. Jayron se ocupaba a mirar por la ventana, mientras que Lice y Nick jugaban con su teléfono celular. El ambiente era un poco tenso así que me dispuse a prender la radio. Treasure de Bruno Mars empezó a sonar y el ambiente se torno mucho más cómodo. Ahora que lo pienso, tengo a un chico completamente desconocido metido en el Jeep de mi hermano, esto no le va a gustar nada, pero da igual. Pasaron varios minutos hasta que alguien hablo, el dueño de esa voz ronca y algo inentendible fue Nick.

–Entonces. ¿Qué mierda fue eso del lago?

Dijo confundido, y a causa del modo que lo dijo a causa del estado de alcohol en sus venas, todos comenzamos a reír, incluido Jayron. Esta noche a tenido lugar a mi lista de Noches Épicas, que es encabezada por una noche con Lice cuando terminamos en un bar gay y tuvimos que hacer un espectáculo enfrente de todos los que estaban en el bar, fue muy épico. Me dolía el estomago de tanto reír y creo que llevábamos riendo más de 5 minutos, mire a Nick y su cara de confusión mataba.