Adiós al mar

273 37 5
                                    

Mirando al rededor, Sans encontró un paraguas abandonado, lo solían usar para que la reina caminase por el barco durante los días de lluvia. Buscaba algo un poco más resistente, pero igualmente la chica era bastante delgada, así que podría servir.

"Como te dije, ahora tengo que cumplir mis labores, así que te dejaré en la biblioteca para que puedas pasar un tiempo practicando tu simbología, creo que tenemos unos cuantos que están en windings" Dijo él ofreciendole el paraguas. "Ayúdate andar con esto, es un paraguas, te daría algo mejor pero ahora estoy en apuros"

Frisk asintió.

Entonces, Sans la ayudó a levantarse de la hamaca y con las manos la ayudó a sujetarse de el mango curvo del paraguas. El objeto era muy viejo, pero alcanzó a resistir lo suficiente como para darle a entender a Frisk, cómo funcionaba el sujetarse de un bastón.

Sans recordaba lo que se sentía el haber tocado su fría piel antes, refrescante y con un extraño perfume marino, sin embargo ahora parecía tan cálida en diferencia, tan suave y delicada... Y claro, ahora que sabía que era ella, ese mismo aroma seguía persistiendo, recordándole y efectuando en su mente ya convencida de que aun no la había...

Pedido.

¿En qué demonios estoy pensando? Ella solo debe aguantar hasta que el efecto pase y que vuelva al agua a salvo. Yo no pinto nada en eso.

A lo que llamaba biblioteca, no era más que el comedor que tenían la tripulación. Había con suerte unas tres estanterías con libros sobre cartografía, manuales, y sólo unos pocos hablaban de leyendas. Pero sería lo suficiente para practicar.

"Apenas zarpemos, vendré por ti aquí, quisiera hacerte algunas preguntas acerca de cómo es que llegaste, es mejor que practiques las palabras que creas adecuadas para poder expresarte"

Asintiendo, la chica se sentó en una de las butacas, dejando el paraguas junto a ella. Antes de marcharse, Sans saco uno de los libros de la estantería y se lo dejó abierto.

"Espera" dijo ella pellizcandolo de la manga "¿Por qué eres tan amable con migo?"

"Hice una promesa hace años. Nada que deba preocuparte. Ahora, estudia por favor" Dijo sacando la mano de la chica para volver a su camino.

La tarde había pasado lenta y tambaleante, las redes estaban listas y vueltas a su sitio, el ancla sería elevado en unos cuantos minutos y el cielo estaba comenzando a oscurecer.

"Pronto nos iremos, huesos" Dijo undine mirando por un catalejo a Sans quien terminaba de atar un nudo en el mástil "tan pronto aparezca la estrella guía, nos iremos. Espero que te hayas ocupado de la chica como te lo pedí"

"Heh, está en la biblioteca ensayando, al menos eso es lo último en lo que la vi" Respondió limpiándose las manos en la ropa.

"Recuerda que ahora es tu subordinada, no la dejes demasiado tiempo sola. Los novatos siempre tienden a olvidarlo" Pasó la mirada a la ventana de la cocina donde Papyrus se encontraba dándole apoyo al cocinero" Pero bueno, si ahora ella sabe hablar, nos dirá de dónde viene, y veremos si los reyes le dan un lugar... Se me hace una idea ya más o menos de cómo llegó ella aquí" suspiro.

"¿A-A sí?" Tragó Sans "¿Cómo?"

"¿No es obvio? Naufragó, por eso ella llego flotando" Dijo guardando el catalejo "Fue toda una suerte que la encontrasemos a tiempo, un poco más y estaría muerta"

Si, llegó flotando... ¡Desde el fondo del mar a la superficie!

"C-Claro, es muy normal"

"Bien, entonces ve a prepararla para que coma algo más contundente antes de que hechemos a andar está bañera, no queremos que vomite... Sea lo que sea que tu hermano este cocinando allí" dijo pellizcandose la nariz.

Mi pequeña sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora