SIDEREAL : 魂 KM

Té de estrellas sobre tu alma.

Jimin masticaba con total satisfacción una chocolatina barata que se hallaba prolija sobre la superficie del frigorífico especializado para guardar cualquier tipo de comida, más que nada, las provisiones que eran conseguidas. Lo malo de ese escaso abastecimiento que actualmente le iba quedando, es que la comida era sintética y ya nada era hecho natural. Era el resultado de la destrucción a los recursos que creaban deliciosos alimentos, a la vez que ya ni siquiera las frutas o las verduras eran reales. Todo eran imitaciones de lo que alguna vez había sido hace cientos de años.

Sus mejillas estaban teñidas de un tenue rosáceo y la emoción no se desvanecía de su rostro, aunque el montón de prendas que traía encima estaban comenzando a estorbarle. Pero los cambios de tiempo eran demasiado bruscos. El calor había sido reemplazado inmediatamente por el frío y su mente ya estaba suponiendo que las noticias pasarían un reportaje de algunas muertes que solían suceder por ese mismo hecho. Suspiró. No quería ver eso.

Encendió el proyector holográfico, deslizando su dedo sobre el aire para pasar de las noticias a algún canal de dibujos animados. Una sonrisa apareció en su rostro cuando estaban transmitiendo "El increíble mundo de Gumball".

Imaginaba que eran episodios de hace años que habían sido modificados para repetirlos cuantas veces quisieran, ya que no deberían existir en esos tiempos. 

Y ¿Qué más daba? Era el futuro.

Se habían logrado muchas cosas, incluso copiar capítulos de animaciones antigüas para quitarle un poco de lobreguez a la vida de los niños, para sacarlos de la realidad que tan cruel había sido. La realidad que existía gracias a la culpa de su misma especie.

ㅡ ¡Jungkook, están pasando tu serie favorita! ㅡ Gritó en dirección a la cocina, escuchando como los pasos de su novio se apresuraban hasta tomar asiento a su lado.

ㅡ Siento como si no lo pasaran hace mucho, ¿Habrán tenido problemas con recuperar episodios? Casi siempre pasan los mismos. Aunque podrían haber hecho esto con títeres y aún así lo seguiría viendo. ㅡ Jungkook sostenía entre sus manos un tarro de duraznos en conserva, saboreando los jugosos cubitos como si fuera un manjar de dioses. Se acomodó a un lado de Jimin, enfocándose en las escenas de la caricatura. ㅡ ¿Crees que en el otro planeta pasen esta serie? Puede que se dejen las cintas aquí.

ㅡ Supongo que lo harán. Después de todo, la tecnología tiene bastantes avances, podrás encontrar este tipo de cosas. Es mi suposición, claro, no creo que le den tanta importancia. ㅡ Observaba hipnotizado como el chico no despegaba sus grandes ojos del holograma, pero aún así llevaba la comida a su boca. Sus manos estaban cubiertas por las mangas de su suéter negro, por lo tanto, era una imagen aún más dulce. El corazón de Jimin caía del espacio en su pecho.

Un beso fue plantado en la mejilla rellena por duraznos fraudulentos y la sorpresa de Jungkook vino después, provocándole carcajadas a su pareja.

ㅡ Gracioso. Te aprovechas de que estoy concentrado para robarme un beso. Eres descarado, Park Jimin. ㅡ Rió el chico, dejando ver a la poca luz que se adentraba sus grandes paletas delanteras, viéndose como un niño pequeño y más feliz que nunca a pesar de la situación afuera.

Jimin se preguntaba si acaso estar juntos, de aquella manera, era la medicina que les hacía olvidar lo que ocurría. Sólo se encerraban en su mundo de meliflua compañía. Quizás algo egoísta, pero era lo único que tenían.

Porque sí, no tenían nada más.

La tierra había colapsado y el final alcanzaba los talones de torpes entes que habían desatado acciones desquiciadas sobre cada suspiro de la naturaleza, sobre cada animal que danzaba de miedo ante un mar de carnívoros humanoides y sobre la última colilla de cigarrillo que había tocado fondo; todo aquello había sido la gota que rebalsó el vaso para llegar a los últimos momentos de vida de aquel lugar que solía ser habitado tranquilamente hace miles de años.