Perfect Illusion [Yoonmin/Omegaverse]

03

El extraño cosquilleo que lo había atacado desde que había visto a Park Jimin por primera vez, se extendía un poco más todos los días, sin embargo, aquella tarde los nervios le estaban otorgando malas pasadas, a tal grado de que no tuvo cabeza como para dejarles tarea a sus educandos y tan solo se dedicó en repasar lo que habían estado viendo a lo largo de esa semana.

— Young Min, antes de que te vayas necesito hablar con tu papá.

El pequeño alfa asintió rápidamente al tiempo que comenzaba a tomar sus pertenencias, y una vez que el último niño estuvo fuera, Young Min se acercó a Yoongi para salir de la mano de su profesor y encontrarse así con su papi Jimin.

— ¡Papi!

— Hola mi amor — dijo Jimin en cuanto el pequeño soltó la mano de su profesor y fue rápidamente envuelto por los brazos de su padre, quien muy alegre le sonrió de esa manera que hacía que sus ojos desaparecieran.

— Señor Park — comentó Yoongi interrumpiendo así el momento padre e hijo.

— Profesor Min — respondió Jimin incorporándose para poder verlo a los ojos.

— Necesito hablar con usted.

El formalismo con el que Yoongi lo había llamado, hizo estragos en el interior de Jimin, pero trató de hacerlo pasar, porque, aunque su lobo estaba más que dispuesto en estar de coqueto frente al alfa, este no dejaría que lo volviera a avergonzar.

* * *

Jimin miraba a su pequeño dormir con tranquilidad después de que él mismo le cantara una canción de cuna para hacerlo dormir más rápido. Acarició sus cabellos castaños y repasó sus facciones con suavidad, Young Min era muy parecido a él, tenía los mismos ojos y sus labios era iguales a los suyos, pero la nariz y la frente eran copias exactas de su otro padre, de aquel alfa que lo había hecho vivir el amor por primera vez y el sufrimiento más grande, todo al mismo tiempo.

Con un estremecimiento que lo recorrió entero, rememoró aquellos tiempos tan lejanos como cercanos, si contamos el hecho de que, a su lado, estaba el fruto de aquel amor juvenil e inocente que todos llegamos a experimentar alguna vez en la vida.

Jimin tenía catorce años cumplidos cuando su olor comenzó a desarrollarse con mayor fuerza, indicación clara de que su primer celo se acercaba, y aunque aquella noticia lo tomó un tanto desprevenido, también estaba ansioso por dejar de ser un niño y convertirse en un hombre, o al menos eso era lo que había visto en todos los omegas que conocía. Él también quería dejar de ser considerado como una bolita tierna y adorable, para convertirse en alguien sensual y atractivo para un alfa, un alfa que mereciera en toda regla ser considerado el primero.

— ¡Jimin!

— Oh, hola Namjoon hyung.

— ¿Puedo acompañarte a tu casa?

El tinte rojizo que cubrió las mejillas de Jimin al escuchar aquello, solo acentuaron un poco más las ganas de Namjoon por acompañarlo, después de todo, esa era la oportunidad perfecta para acercarse al omega que había cautivado su corazón.