Cena con los suegros.

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El ambiente era lo suficientemente tenso con Voldemort tratando de no asesinar a su sonriente chico como para que él también tuviera que aguantar los nervios de un hombre lobo y la molestia de su mano derecha, los cuatro sentados en una mesa de seis personas y comiendo en completo silencio si no fuera por la charla de Harry.

Snape comía y bebía a su izquierda sin tratar de hablarle de ninguna forma, mientras que Harry estaba a su derecha, y a su lado estaba Remus Lupin, quien hacía todo lo posible para evitar demostrar lo nervioso que estaba. Voldemort estaba en la punta de la mesa, por lo que tenía una visión de todos, y casi sonríe agradecido hacia Snape cuando el hombre no hablaba a menos que Harry o Remus lo incluían en su charla.

Aunque Snape nunca fue alguien que tratara de ganarse su amistad más que en sus primeros días como mortífago, Voldemort en realidad lo consideraba lo más cercano a un amigo que tuvo desde Abraxas Malfoy. Nunca le demostró verdaderamente tener miedo de él, y cuando así lo necesitaba, siempre sanaba cualquier mal que padeciera. Snape siempre fue el primero en poder envenenarlo es sus (pocos) momentos de debilidad, ya que era él quien hacía sus pociones, y el hecho de que nunca lo haya envenenado, aunque no lo iba a admitir nunca en voz alta, significaba bastante para Voldemort.

En especial en esos momentos, donde sabía que si Harry alguna vez salía lastimado bajo su mano o varita, Snape sería particularmente sádico, sin importar las consecuencias. Severus también era un mago poderoso, y tenía muchísima imaginación.

No por nada era el torturador al mando entre sus mortífagos. Hasta Bellatrix trata de estar en el lado bueno del hombre.

—Oye— Harry empujó levemente su mano contra la de Voldemort, ganando su atención—, deja de ver a mi papá así. Te tendré que poner la runa de fidelidad, al final.

Remus tosió levemente y se tomó un trago de su copa con rapidez, mientras que Snape levantó una ceja y torció su labio en leve disgusto. Voldemort apretó su mano sobre el cubierto y luego la relajó con tranquilidad. Harry sonreía divertido hacia él, el brillo travieso en sus ojos lograba esconder lo suficientemente bien el desafío que había detrás, y Voldemort sonrió de lado.

—No veo por qué, en realidad. Si seguimos bebiendo tanto vino, tú con tus hormonas descontroladas y Lupin cerca de la luna llena, esta cena podría convertirse en otra cosa.

—Eres asqueroso— su chico se sonrojó furiosamente mientras volvía a su comida, y Voldemort bebió un trago de su vino con suficiencia. Snape se aclaró la garganta, viendo a Harry con los ojos entrecerrados.

—Me imagino que las hormonas no son un... problema.

—¡Papá!

Voldemort sonrió, Snape lo miró impasible.

—¿Qué quieres decir, Severus? Nunca te has frenado al decir las cosas directamente.

—Mi hijo tiene diecisiete años, mi Señor. Me siento francamente molesto ante la idea de que esté manteniendo relaciones sexuales con alguien... mayor que él.

Harry hizo un ruido avergonzado mientras se tapaba el rostro y Voldemort inclinó levemente la cabeza hacia un lado.

—La pureza de tu hijo está segura en mis manos, Severus. Aunque sea por el momento.

Snape lo miró unos segundos más antes de asentir y volver a su comida, tan aburrido como antes. Harry aún se tapaba el rostro y Remus miraba su comida. La incomodidad era ya palpable en el aire, y fue en gran parte Voldemort quien la provocó.

Sonrió.

Lord Amor [Harrymort]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora