Purple Raven || BOOK 4#

47. Hasta las Rodillas

— ¿Por qué no puedo ir? Prometo que haré todo lo que me pidas, hasta pintarme el cabello totalmente. Por favor, por favor, por favor.

—No insistas—corta el padre de Jimin—. No es buena idea ir a esa casa.

— ¿Por qué no? Ellos también son sangre pura. Quizá no tan amplios como nosotros, pero lo son. —continua, siendo ya insoportable tanto para su madre, padre, tíos, abuelo, primos. Todos en esa casa están hartos de escucharlo pedir permiso para ir a la fiesta navideña de los Kim.

—Porque no. Ese día no podemos salir. Ninguno. —Seojoon alza la cabeza de su libro ¿Ninguno? ¿Y él que tiene que ver con los berrinches de su primo?

— ¿ninguno? Yo no hice nada, es Jimin quien quiere ir allí, yo-

—Pensabas ir a casa de Jihan, pero no puedes. Nadie saldrá ese día.

Y no dieron mayor explicación ese día en específico.

~ * * * ~

— ¿Aun no llega?

Da un molesto bufido, con los brazos en el alféizar de la ventana y la cabeza recostada. Van tres horas y Jimin aún no llega. Nada de él en realidad. Si no mandó carta para negar, quiere decir que si va a venir. Da un respiro ofuscado ¿Por qué está tardando tanto? Ha tenido que decir no tras no para bailar porque quiere que él sea su primera pareja de la noche.

Sin mencionar que tenía una idea para enloquecer a algunas personas y divertirse un poco más. Nada que ver. Jimin sigue sin aparecer. Mira atrás. Su casa e es muy grande, por lo que quitando algunos muebles uno de los talones puede ser usado como pista de baile. En dónde está los adultos charlan entre si tomando champagne y vino.

Saca su varita y hace pequeñas figuras danzarinas, aburrido y con hambre. Los mesoneros nunca llegan hasta él. Que mal servicio, es el próximo dueño de la casa y del dinero que se les pagará.

Rechaza a un Alpha un par de años mayor que el que ha insistido sin parar en acompañarlo o lo que sea. Realmente desesperado si le toca opinar de él. Se levanta y decide salir un rato de la casona a tomar aire. Tantos hedores fuertes mezclados con las colonias es espantoso. Sin piedad de su olfato en desarrollo. Creyó ver algo en las sombras más lejanas, pero posiblemente no sea nada.

Gira en dirección a la otra mansión cerca, tienen las luces apagadas. Que extraño, ellos también harían una fiesta hoy. Su "vecindario" es de gente Sangre Pura, todos inclinados hacia la magia de la luz y por ello no suele haber conflictos al respecto. Alza un brazo para saludar a quien sea que este saliendo de la casona. Esa persona lo mira, pero no regresa el gesto.

—Que mal educado. —replica volviendo a entrar y retomando su lugar.

Pasa una hora sin señales del Alpha que debería haber llegado ya. Falta media hora para que sea medianoche. Saca del bolsillo de su túnica el pequeño regalo que compró para Jimin. Es un anillo muy sencillo de una serpiente comiéndose a sí misma. Sabe que el encantan los anillos. Espera que la figura le agrade.

Escucha una especie de zumbido suave e intermitente. Muchos crack dentro de la casa y levanta la cabeza. Curioso de lo que pueda estar sucediendo. Aparecer en la casa directamente en la casa es falta de respeto total, pero bueno, quizá sea alguno de sus tíos. A pesar de escuchar un aumento en el escándalo no presta tanta atención hasta que los golpes son muy claros.

— ¡AVADA KEDAVRA!

— ¡TAE! ¡TAEHYUNG!

— ¡TAEHYUNG!

Tambalea, aturdido por los gritos y escuchar lo llaman. Cae al suelo sin querer y antes de poder levantarse es agarrado por la espalda, abrazado con un brazo, las piernas y su boca cubierta con una mano. Respira agitado.