La ví, sin vida, fría, simplemente muerta, no soportaba verla así, extraño a aquella madre feliz, que se reía con mis locuras, mujer extrovertida, solo puedo decir eso, que la extraño.
Me acerqué a ella para darle un último abrazo y un último adiós, sentir su cuerpo helado fue desgarrador, mis lágrimas corrían por mis mejillas, estaba devastado, lo único que sentía mi corazón era tristeza, tristeza que nunca se iría pues una madre es la mujer más importante en la vida y el solo hecho de saber que no la volverás a ver jamás te destruye completamente.
Ayudar a cargar su tumba, verla siendo enterrada, llorar sobre su cuerpo inerte, poder deshagorme hasta no tener lágrimas en mi, eso era todo lo que quería hacer.
El momento llego y mi madre yacía bajo tierra, sabía que me observaba desde el cielo y sabía que quería que yo estuviera feliz aunque sería casi imposible. Pero lo hice, traté de pasar la página y lo logré, en muy poco tiempo me casaría con Jessie y en una semana saldríamos con Jacob y Andrea así que no tenía tiempo para pensar en problemas.
