Somos Tú Y Yo [SKZ - CHANGLIX]

2. ¿Vos sos loco o sos de Coro?

Una semana y todo el mundo estaba encantado con Changbin. Las carajitas que antes estaban pegadas tras de mí se fueron para donde él, a escucharlo hablar de Falcón, más específicamente: Punto Fijo, sus playas, y la vida de rico que se daba allá. En realidad no me importaba que mi séquito me fuese infiel.

Sin embargo, lo que me llamó la atención fue una frase muy particular brotando de los labios del bajito, en una tarde de educación física donde nos habíamos sentado en la cancha a hacer nada porque, como todo el tiempo, nos rebelábamos ante el viejo del profesor. Sólo bastaba con decirle que la profesora de historia lo había citado en la sala de profesores y lo perdíamos.

Para acortar este cuento, yo estaba tranquilo casi dormido sobre la pila de bolsos de mis compañeros (que por cierto, vino María a joder con que estaba usando su bolso de almohada y me lo quitó de coñazo la malparida), la mayoría de mis demás compañeros estaban regados por todo el colegio, pero un grupo grande se quedó formando un círculo cerca a la canasta de básquetbol, que era a un lado de donde yo estaba. Mi paisano se encontraba sentado a mi costado hablando con mis amigos, parte del grupo de María, y otros equis, pero mientras hablaba con uno de esos equis, brotó de su ser un "¿vos sos loco o sos de Coro?" que dejó perplejo a más de uno. Menos a mí, yo me reí, llamando la atención de la cuerda de pendejos esos.

—¿Qué fue? —pregunté cuando noté que todos me veían, incluso Changbin, con esa sonrisa burlona.

—Pero regalame una fotico pa' que me dure más, shh.

Ustedes leerán ese "shh" como si me estuviera mandando a callar, pero bueno, no, no era así. Es que los paraguaneros son locos.

—Yo no te voy a estar dando un coño a ti.

—¿Sos turuleco? —se rió el malvado enano ese. —Para mí que sí venís de Coro... —susurró.

Marico, no les voy a mentir. Me reí. Me reí horrible. Pero por dentro, por fuera tenía cara de caerle a pingazos al que se atravesara, por supuesto, el orgullo siempre por delante. Porque el acento se me pudo quitar, pero lo terco de mi antiguo estado jamás.