Único

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A quien me recuerda que debo escribir.
A quien me consiente.
A ti, mi querida Chefsito.
Tamucchan7q7

¿Alguna vez te ha pasado que al estar tan cómodo con alguien o muchas personas se te vaya el tiempo volando?

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¿Alguna vez te ha pasado que al estar tan cómodo con alguien o muchas personas se te vaya el tiempo volando?

En un pestañeo ya el sol se había ocultado dando pase a la oscuridad y una invitación a la Luna.

Así sucede al estar con personas que te agradan y te logren distraer del mundo. Donde no ves el reloj y sientes que ha pasado unos segundos, cuando fueron horas.

Katsuki se negaba a esa extraña idea, la mandaba a explotar muy lejos. Él no aceptaría que le agradaba estar con el extraño grupo que se había formado, él ni siquiera los había elegido, solitos se pegaron a él y hasta lo nombraron Bakusquad.

Y para el colmo terminó siendo novio de uno.

Ni él se lo cree.

Pero, si los ve ahí, haciendo cualquier tontería, una sonrisa se quiere plasmar en su siniestro rostro. Y eso jamás admitiría delante de esos idiotas.

La hora se había pasando volando y ya daban las ocho de la noche.

Se acostaría unos minutos tarde por seguir en la habitación de Hanta, para estar junto al cabello de mierda de su novio.

De todas formas tenía que despedirse.

Kirishima notó tarde la hora, y cuando volteó el rubio cenizo tenía su mano sobre su cabello lacio. Por poco y tira las cartas que sostenía, los demás aprovecharon para ver los colores y números en ellos. Al pelirrojo le seguía sorprendiendo que Bakugou tenga tacto con él, mínimo, pero ahí estaba y era lo necesario para tenerlo como tonto por el resto del día.

-Descansa idiota, no duermas tarde. - su mano en su cabeza masajeando sus hebras rojizas, era una caricia que le agradaría recibir durante el resto de su vida. Tan varonil.

- ¡Sí! Descansa, Bakugou. - le sonrió como solo Eijirō podía hacerlo, con esos enormes y filosos dientes, un pequeño sonrojo en las mejillas y los ojos cerrados. Una expresión de completa felicidad y entusiasmo.

Bakugou se quedó por un momento anonadado por la luz que emitía el idiota al frente suyo. Era demasiado deslumbrante que dañaba sus pobres ojos.

Los demás no desaprovecharon la oportunidad para molestarlos, entre sonrisas cómplices que se dieron antes de soltar su comentario. - WUUUUU.

Una vena sobresaltó en su frente por la molestia que eran sus compañeros. Los haría volar en pedazos sino fuera por lo tarde que era, así que solo tomó con molestia el pomo de la puerta y la abrió. -¡Mueran, malditos extras!- gritó antes de cerrar la puerta de un gran portazo, que de seguro la dañó y eso se esperaba el azabache al suspirar rendido.

Detalles [ Kiribaku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora