Fun Boyz

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- Jin... -. Murmura HoSeok tímidamente. - ¿Estás seguro de que es buena idea? Nuestros recipientes-...

- ¡Ya, ya Gabriel! Claro que es buena idea, nunca nos divertimos.

- Pero los problemas del cielo... ¿Los vamos a dejar tirados? -. Cuestiona Hobi, JungKook sale desde atrás con un traje negro y una camisa de volantes blancos.

- No los vamos a dejar tirados, sólo los vamos a aplazar un poco...

HoSeok suspira preocupado, pero luego mira a sus hermanos con una pequeña sonrisa.

Los tres entran a la enorme mansión de Kim TaeHyung, sintiendo el olor demoníaco, pero saben que Alastor no se atrevería a estar en el mismo sitio que ellos y que probablemente sólo sean los restos de las muchas veces que estuvo ahí.

El lugar es precioso, decorado y con millones de flores y luces deslumbrantes, hay muchisímas personas vestidas con la temática, pero Jin solamente busca a una persona entre el gentío.

- Te estaba esperando... -. Susurra NamJoon extendiéndole las manos y acariciandole el rostro.

- Joonnie.... -. Jin suspira alegré, alejándolo hasta un rincón. - Debemos ser discretos, ¿Qué pasaría si nos vieran? La vida de nuestros recipientes...

- No me interesa, yo sólo te quiero a ti -. Jin se ríe ante sus palabras.

- Mis hermanos estarían completamente decepcionados de mí si vieran que...

- Ya basta Alitas, por vez primera piensa en ti, en lo que tu quieres y deseas deja de lado a esos tarados y ven conmigo - Estira la mano esperando que Jin lo tome.

Jin sonríe coqueto y extiende la mano hacía la de Abbadon, éste lo toma y lo dirige a uno de los balcones de la mansión.

Mientras tanto un desfile de postres y bocadilos se aproxima hacía los invitados, algunos de ellos hacen gestos con un ligero atisbo de repulsión por un olor nada grato que despide una bandeja de panecillos de manzana y canela, sin embargo un chico de sonrisa brillante es atrapado por tal ambrosía.

- Puedo tomar uno, por favor! - Exclama de forma educada el chico.

El mesero le mira con cara de está usted seguro, se recompone y se limita a asentir, el Joven mesero no entiende como ese chico no percibe ese olor nauseabundo, mira estupefacto como le da el mordisco y hace gestos de probar la cosa más exquisita del mundo, se va negando.

- No entiendo a los ricos y sus gustos extravagantes... -. Murmura el chico siendo atacado por otro más, un deportista famoso que se abalanza sobre la charola y engulle varios.

- ¡Hobi, esto es delicioso! -. Exclama JungKook sonriendo.

- Creo que tengo mi nuevo postre favorito...

Engullen prácticamente sin masticar ya que dichos panecillos son altamente adictivos.

Desde la otra punta del salón Kim TaeHyung vislumbra a sus invitados con su sonrisa socarrona, cuando de pronto los traviesos dedos de JiMin se enredan a los contornos del cuello ajeno.

- TaeHyung-Ssi esta es la mejor fiesta del mundo... -. Susurra el mochi poseído con una voz demasiado ida.

- Las cosas recién comienzan JiMin-Ssi, los mortales miran asqueados los postres, aun no hay almas puras en este sitio... -. Farfulla Tae con esa mirada fría y calculadora que enfoca a todos los presentes.

- No, no, te digo que esto es genial, todo mundo esta sufriendo tanto... -. Suelta efusivamente el peligris.

Empuja un muffin en la boca de Alastor sin que le de tiempo de reaccionar, el demonio imperfecto se lleva las manos a la boca con los ojos abiertos a su mayor capacidad, sus pupilas se dilatan tan pronto como las papilas gustativas entran en el toque de la ambrosía que emana el pan, su corazón late frenético y su alma marginada exige más de aquel manjar, el anticristo comienza a reírse maniáticamente ante la mirada perturbada que Tae le dedica.

My Perfect Hell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora