"alex pearl vause"

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El ansiado día de la graduación había llegado, alex no podía sentirse más feliz y hasta un poco orgullosa de ella misma, había pasado ese último año viviendo con su padre, lee burley, un cantante de rock, drogadicto y alcohólico, gracias a dios ya estaba por acabar aquél infierno que habia pasado ese año.

Alex había trabajado lo suficiente los últimos años cómo para pagar parte de su carrera universitaria, aunque también recibiría el dinero que su padre tenía ahorrado y algún otro ahorro de parte de su madre difunta, Dianne vause.

Alex se miró por última vez al espejo, aún no se hacía a la idea de que ahí estaba ella, con su toga y birrete, estaba en los baños de la escuela, con un poco de pánico, se asomó por la puerta y alcanzó a ver a los padres y madres de sus compañeros de curso, desvió la mirada, algo incómoda, ya que sabía que su padre no se haría presente aquél día, de seguro estaba ocupado con alguna prostituta o demasiado ebrio para recordar siquiera el día de la graduación de su única hija.

Alex suspiró y salió del baño, en dirección al escenario, en el cuál mensionaron su nombre.

—alex pearl vause— la pelinegra se paró a un lado de su maestro guía, el cuál le tendió su diploma y le dio un abrazo, alex acto seguido le susurró un "gracias" para después sentarse junto a sus compañeros de curso, la verdad no tenía ningún amigo ahí, la mayoría de las veces en las que hablaba con alguno de sus compañeros sólo era para pedir información de alguna materia o para decir un simple "¿me prestas un
borrador?".

Cómo sea, desde que era pequeña jamás tuvo amigos, y para ser sinceros, no los necesitaba, sabía cómo arreglarselas sóla.

El resto de la seremonia transcurrió de forma lenta y tediosa para alex, puesto a que sólo era un sermón de lo que implicaba ser más grande y lo que significaba ir a la universidad.

Alex ya sabía lo que quería estudiar, gastronomía, y obviamente ya había postulado para una univeridad, en la cuál la aceptaron de inmediato, tenía calcificaciones buenas y una hoja de vida casi impecable.

Sólo faltaba esperar unos meses hasta que la universidad comenzara, de todos modos podría mudarse una semana antes, para adaptarse mejor a su nuevo "hogar", aunque cualquier lugar parecía ser mejor que la casa en la que vivía con su padre.

Sin que alex se diera cuenta la seremonia ya había acabado, y ya debía ir a casa, aún con su sonrisa en la cara alex salio de su escuela, caminando hasta su casa, no quedaba muy lejos y no quería gastar dinero en cosas innecesarias.
[......]

Alex entró a su casa, sintiendo al instante el olor que había en su casa, era olor a sexo, ¿cómo lo sabía?, no es que ella ya lo hubiese echo, la verdad, aún no daba su primer beso, cómo sea, lo sabía porque su padre siempre traía ese olor con él después de traer a una mujer desconocida.

La pelinegra cerró la puerta y entró a su habitación, echándose sobre la cama, cerrando los ojos y sonriendo, su libertad comenzaría en unos pocos meses, ya no tendría que soportar a su estúpido padre y comenzaría a hacer las cosas por si misma.

La puerta fue abierta, dejando entrar a su padre.

¿porqué tan feliz?— su padre se notaba algo contento, alex lo miró y se esforzó por ocultar se enojo.

— nada sólo, hoy me gradué de cuarto año— la reacción de su padre fue una mueca rara.

—mierda, ¿era hoy?— alex asintió— lo siento alex, de verdad, ¿Que tal te fue?.

—además de la vergüenza que pasé por que tú no estabas allí, me la pase de maravilla— alex empleó su tono sarcástico— ahora, si no te importa, quiero estar sóla.

Lee no dijo nada, se dedicó a mirar algo arrepentido a alex, para después salir de la habitación, cerrando la puerta.

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College [Vauseman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora