Ayer te vi mientras de espaldas posabas a merced de mis ojos, eras tú, con tu distinguida postura y tu remarcada silueta, eras tú, cada paso de tu peculiar caminar le iba quitando vida a mi mirada y me privaba de ese añejado abrazo que moría y moría por darte
Ayer no vi tu rostro por temor a que no fueras tú, pero eras tú
Corrí miles de veces, pero mis pies parieron anclas
Preferí atarme a la misericordia que otorgaba tu figura misteriosa mientras no dejaba de preguntarme si eras tú pero a fin de cuentas eras tú.AS