Quillotro

Suspiró único

Este es un pequeño (hice lo posible por hacerlo así de corto) Smut/Lemon súper explícito para llamar tu atención. Principalmente porque...

¡Ya salió a la venta la zine "Los Archivos Secretos de Baker Street", puedes adquirirla en físico, digital o ambas 🎉🎉🎉 son más de cien páginas 100% Johnlock Victoriano 🎉🎉🎉

Aquí te dejo el link a Facebook en dónde puedes ver los detalles:

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Oh si lo prefieres, aquí está en Tumblr:

https://bakerstreetcasebookzine.tumblr.com/post/190242031084/la-zine-est%C3%A1-aqu%C3%AD-el-equipo-de-los-archivos

Y también puedes encontrarlo en Twitter:
https://twitter.com/bakerstcbzine?s=09

Más tarde publicare en mis redes un pequeño extracto de las dos historias que escribí para la zine para hacer más promoción :3, junto también con una explicación de porqué hice dos (pero no fui la única) jajaja

Ahora sí, sobre el fic, solo una pequeña advertencia: nada más entres van a llover vergazos :D, y te lo digo así porque por una razón he puesto la advertencia antes sobre el contenido jajajaa.

¡Listo entonces! ¡Espero que te guste!

* * *

Llamaba el nombre de Watson con una voz oscura, una voz que prometía en cada nota un placer agónico y vicioso del que no desearía separarse jamás. Tomó sus muñecas para acorralarlas contra las mantas ya desordenadas, el pecho exponiendo la piel dorada, exhalando bocanadas de aire cálido, mostrando indecoroso el rastro de sus anteriores eyaculaciones y su hermosa polla erecta coronada con gotas de presemen y una cabeza hinchada amenazando estallar de nuevo en éxtasis. Holmes tragó audiblemente, cayendo sin culpa o retención alguna ante los brazos de la lujuria que lentamente lo arrastraba una vez más a una oscuridad obscena y provocadora. 

Perfecta.

Gimió con un gruñido salvaje e instintivo cuando su verga encontró el camino hacia el interior de su amante, tan dispuesto a ser profanado que no tuvo el menor problema para unir sus cuerpos en un magistral y etéreo placer, pero aún con tal fuerza a su alrededor que hizo resonar de emoción todo su cuerpo ardiente, deseoso. 

Pronto estableció un ritmo salvaje, cada irrupción golpeando tan profundamente a Watson que su voz no tardó en romperse, rogando por más, enterrando sus uñas, rasgando la piel caliente y sudorosa del detective. Su interior húmedo deliciosamente complacido con la carne que lo empalaba una vez tras otra.

Las estocadas furiosas continuaron por un tiempo infinito y glorioso. Divino. Enloquecedoramente erótico y lascivo. El infierno quebrantando al paraíso con su lujuria e infame placer. Cada vaivén tentaba a los amantes a un final indecoroso, sucio y mortal que amenazaba arrancar sus almas de sus cuerpos poseídos en lujuria animal e instintiva.

Pero no podían permitir que terminara tan rápido. No así, no ahora.

Holmes salió del dulce interior de su doctor provocando un sonido oscuro y encantador. Rápidamente tomó sus caderas, de un movimiento lo colocó de rodillas, sosteniendo en alto su entrada al edén; no esperó a que su amante se acomodara. Su hinchada y enrojecida verga dominaba su mente, sus instintos, lo reducía a una bestia en celo que solo ansiaba complacer su libido. 

Watson no estaba mejor, había en su interior una gula apenas comparable con cualquier otra emoción, un hambre que imploraba ser saciada nada más su detective abandonara su interior. Estaba dispuesto a rogar si aquel endurecido y maravilloso falo no volvía a él pronto. Por fortuna apenas había dejado escapar un quejido cuando ya estaba siendo empalado una vez más. Era completamente inconsciente de sus voluptuosos gestos cargados de ciega lujuria, fue empujado con feroces estocadas hacia la almohada. Sollozando, gritando y dando gracias recibió dichoso cada bestial -magnífica- invasión.