4. Las palabras que nunca debí decir.

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              Aproximadamente 2 años después...

         Has cambiado, ya no eres la misma, tu vida ha dado un giro extremadamente inexplicable de manera que no sabes por dónde comenzar a relatar... Pero aquí vas, recapitulando tu vida y dándote cuenta de que sinceramente las cosas siempre pasan por algo y para algo, de que quizás la mayoría de las cosas SÍ puedan ser momentáneas si así las deseas, pero resulta que de un tiempo en adelante todo se voltea sin estar totalmente segura de que con los días todo mejorará. 

        Te mudas de donde has permanecido por más de 10 años a ese pequeño lugar en donde solo solías pasar la navidad, vacaciones, o quizás un corto periodo de 1 semana y nada más,. Alejándote de tus amigas (os), de tus costumbres, de tus hábitos, de todo. Y no, no está mal salir de lo rutinario, pero no me sentía preparada en ese momento para ese cambio. Sin embargo, tenía que ser la misma persona decidida a la que solía no importarle nada y seguir para adelante con lo que fuera, pero debo admitir que no fue para nada fácil. 

             Pueblo pequeño, infierno grande.

    Y así comenzó... Todas las personas comenzaron a darse cuenta de que los "visitantes" ahora permanecerían con ellos, y qué más da. Empecé a relacionarme más con la familia materna, compartir más tiempo y momentos con ellos porque bueno, son oportunidades que se te presentan y no se deben desaprovechar, más aún cuando con ellos te entendías muchísimo mejor que con tus propios padres. 

             He allí el problema.

    Mi padre seguía sin estar presente, permanecíamos solo mi madre, mi hermano y yo. Los problemas comenzaron a relucir una y otra vez, cada día se sentía pesado, lamentablemente la afectada era una sola persona,  Kiara.

     Problemas que ya venían presentándose tiempo atrás, momentos que no se superaban, soluciones que nunca llegaban, actitudes que no se controlaban, decisiones a la deriva, alejamiento general, y lo peor, acostumbrarse a todo lo anterior y actuar como si se fuese feliz.

    Pero como todo, siempre hay algo, y en este caso es que comienza a hacer acto de presencia una persona la cual estaba al pendiente cuando venía de pasada por el pueblo que por razones en las cuales existía Miguel yo no le prestaba atención, de igual manera no ignoraba el hecho de contestar sus mensajes.

             Volviendo el tiempo atrás...

- Hola, cómo estás? -pregunta.

- Yo muy bien. Y tú?

- Ahora mejor. Una pregunta, ya te fuiste? 

- Sí, de hecho fue hoy -había vuelto a mi ciudad natal en ese momento, cuando solo venía por un tiempo y ya.

- Que lastima, no tuve la oportunidad de invitarte a salir, apenas llegué hoy -solía trabajar en una finca, así que verlo muy seguido, era un milagro.

- Para la próxima será -respondí secamente.

- Sii, espero que sea rápido -contesta emocionado.

- La verdad, no lo creo.

- Que mala... -contestó.

- Es que, dime tú. Qué puedo hacer? -dije irónica.

- No lo sé, quizás venir pronto.

- Bueno, veremos -respondí.

- Estaré esperándote. 

             Hoy en día...

     Con el pasar del tiempo se enteró que había llegado nuevamente al pueblo y que probablemente vivía en el, por el cual no dudó en contactarse conmigo y comenzar a entablar una conversación ya que aún conservaba mi número telefónico. Debo admitir que en ese momento me sentía algo rehacia a querer intentar algo con alguien de nuevo, si, las intenciones de las personas se notan, y él no venía con una de amistad precisamente. Pero entre otras razones, ya no era la misma persona que en aquel entonces solía ser odiosa y cortante, era diferente, y también existía algo que no sabía descifrar que me hacía querer contestarle. Por otra parte, cabe destacar que solo hablábamos por el simple hecho de que él casi no venía al pueblo porque como se mencionó antes, trabajaba en una finca que no era relativamente cerca, obviando el hecho de que a veces ni señal tenía y pues verlo, era el dilema en vivo y en directo. 

   Pero siempre hay una primera vez, y esa vez, el día llegó.

    

     

Las palabras que nunca debí decir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora