—¡Plagg, transfórmame!— gritó Adrien mientras corría luego de haberse librado de su guardaespaldas, siendo cubierto por la luz que hizo explotar todo, de modo que nadie pudo verlo.
Aquel evento seguro tenía que ver con el mundo al cual se acababa de integrar, uno donde existen los héroes y los villanos. Mientras corría, una fuerte puntada en su cabeza le hizo detenerse, nunca creyó que un anillo agrietado le pudiese causar tanto dolor e inconvenientes a un ser humano. Al menos estaba seguro de que no le dolía más de lo que podría dolerle no volver a ver a Marinette, la cual seguramente estaba en peligro.
Los escombros de la preparatoria dificultaban el paso, al igual que los lugares que habían comenzado a incendiarse producto del estallido. A medida que avanzaba, Chat Noir escuchaba algunos gritos o quejidos y lograba salvar a alguien de morir enterrado o quemado, tomándolos y llevándolos hasta un lugar seguro donde pudiesen calmarse, respirar y estar bien.
En pocos minutos salvó a muchos estudiantes que habían permanecido en la preparatoria hasta tarde, y aún así, ninguno de ellos había sido la azabache, su mayor preocupación, la que lo mantenía con la respiración entrecortada y el corazón acelerado. Mientras continuaba explorando de un lado a otro las ruinas, un escalofrío recorrió su espalda y lo obligó a darse vuelta.
Tras de él había un ser de dimensiones anchas y aspecto parecido a una gran bomba, con distintos artefactos alrededor de su cuerpo. En una de sus manos sujetaba un botón rojo y en la otra, mantenía apretada a Marinette, casi inconsciente. La batalla fue lo suficientemente larga como para que al rededor del lugar llegase la policía, los bomberos, las autoridades y distintos medios estuviesen registrando los hechos, hasta que Chat Noir fue capaz de dar con el objeto akumatizado y lo rompió, pero eso sólo garantizaba que el akumatizado recobrase la cordura, pero no reparaba los daños a su alrededor.
—Marinette, ¿estás bien?— susurró el héroe una vez que fue capaz de sostenerla entre sus brazos —Te sacaré de aquí por fin y estarás bien, te lo aseguro.
La azabache fue capaz de entreabrir sus ojos y ver una mariposa negra perdiéndose en el cielo. El Françoise Dupont estaba destruido y ninguno de los presentes era capaz de devolverlo a la normalidad, al menos no en un largo tiempo. Mientras que el rubio acercaba a Marinette a la ambulancia, comenzó a llover y las llamas que consumían los restos de la preparatoria finalmente fueron apagadas.
Una vez que la joven ya iba camino al hospital, Chat Noir buscó un lugar seguro donde deshacer su transformación. Cuando ya había vuelto a su forma de civil, empezó a avanzar con determinación, definitivamente necesitaba encontrar al maestro.
—No puedo entenderlo, usted dijo que hay un miraculous capaz de arreglarlo todo al final de una batalla, ¿por qué no puedo usarlo o dárselo a alguien?— preguntó Adrien al Maestro Fu, mientras éste se servía tranquilamente un té —Soy incapaz de ver como París se vuelve escombros y la gente sufre sin remedio alguno, ¿qué clase de héroe estoy siendo?
—Tranquilo joven— respondió Fu intentando mantenerse sereno —Esto es temporal, lo resolveremos. Por el momento el Miraculous de la Mariquita deberá permanecer fuera de juego, Hawk Moth está demasiado cerca, no puedo arriesgarme a perderlo o dañarlo más, pero si todo llega a ser insostenible, obtendrás aliados.
Al rubio no le agradaba mucho la forma en que el maestro lo mantenía sometido a la incertidumbre y el suspenso, pero asintió, debía confiar en él. Mientras ambos conversaban y la noche se acercaba, en las televisiones de todos los parisinos se informaba a través de los noticieros que la preparatoria Françoise Dupont cancelaría sus clases hasta que el establecimiento estuviese reconstruido, lo que tomaría varios meses.
En el hospital, Marinette miraba el techo silenciosa. Le era imposible no entristecerse al saber que las clases se suspenderían por tanto tiempo, todo lo ocurrido últimamente la hacía sentirse fuera de la realidad. Lo único que la calmaba un poco era recordar a Chat Noir rescatándola y sosteniéndola entre sus brazos. Comenzó a pensar en que ni siquiera le había dado las gracias, pero ya tendría tiempo para considerar eso, pues sus pensamientos fueron interrumpidos por el tono de llamada de su celular.
—Marinette, acabo de llegar a casa y Juleka me contó lo que sucedió, ¿estás bien?— preguntó Luka a través del celular, con evidente preocupación —Si salgo ahora podría alcanzar a llegar antes de que termine el horario de visita.
—No, tranquilo, estoy bien. Mamá y papá se fueron hace poco y tengo todo lo necesario para estar tranquila. Tú debes estudiar y descansar— respondió la azabache intentando darle la mayor seguridad posible —No estoy grave, debo quedarme hoy aquí por precaución. Mañana podremos vernos.
Luego de una pequeña insistencia de él, ella terminó convenciéndolo de quedarse en casa y terminaron la llamada una vez que se desearon buenas noches y se recordaron cuánto se querían. Pese a que le hubiese encantado su visita, prefería que Luka pensara un poco más en sí mismo y rindiera bien en la universidad.
Justo cuando creyó que por fin estaba lista para dormirse, un ruido en su habitación le hizo abrir los ojos. A contraluz, sentado en la ventana, la silueta de un joven héroe la hizo sobresaltarse y hacer un pequeño sonido de asombro.
—Chat Noir— musitó, esbozando una pequeña sonrisa.
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No importa cuándo [MLB]
FanfictionFanfic Miraculous Ladybug. ¿Y si ese día Marinette no hubiese recibido ningún miraculous? Chat Noir, el reconocido y único héroe de París definitivamente no había sido diseñado para combatir el mal solo, o al menos eso era lo que él pensaba desde qu...