El peregrino

2- Mudanza y Escuela

Elizabeth dijo su primera palabra a los 10 meses de vida:

-Matt, Matt - Pronunciaba lentamente mientras sonreía y colocaba sus suaves manos en mi rostro.

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Me encontraba en la sala de mi casa. Mamá estaba dando de comer a mi nuevo hermano; Paul, y papa tenía a mi hermana en sus brazos, intentando hacer que se duerma.

Papá estaba muy pensativo. Como dije antes; surgió un gran problema con el nacimiento de mi hermano.

-Querida, debemos tener mas espacio para los niños. Aquí solo tenemos 3 habitaciones y no podemos dejar que Matt duerma solo en la habitación de arriba- Explicó mi padre a mi madre.

-¿Que sugieres George?- preguntó ella.

- Bueno, creo que debemos...- Se quedó dubitativo por unos segundos. Suspiró profundo y concluyó:

-Creo que debemos mudarnos al centro de la ciudad, vender la granja y con ese dinero tratar de adquirir una casa mas grande en Colchester.

- ¿Estas seguro querido?-

-Completamente- concluyó.

Papa realizó una de las decisiones mas difíciles de su vida. Pero para el, lo mas importante éramos nosotros.

Finalmente, lo hizo.

Papa se lo vendió todo a otro granjero de origen Galés. Vendió las 413 hectáreas de la granja, mas de 256 cabezas de ganado, 3 caballos, carimbos, montaduras, la casa, las asas, todo.

Obtuvo casi 15.600 libras por todo. Buen dinero para ir a Colchester y empezar una nueva vida.

Compró boletos para el tren para poder viajar al centro. Le salieron baratos, debido a que solo viajaríamos 25 km, en comparación con los centenares de kilómetros que viajarían las demás personas que se encontraban en el tren.

Llegamos al centro de la ciudad en tan solo media hora. Era Noviembre de 1894.

Dormimos en un pequeño albergue durante 3 días. Mi padre buscaba en el periódico, personas que trabajaban en bienes raíces o a alguien que vendiese una casa, pero no cualquier casa, debía ser una de 2 pisos.

Encontró un anuncio sobre una casa de 720 metros cuadrados y, por suerte para nosotros, de 2 pisos.

Un farmacéutico de origen australiano llamado John Starker, estaba interesado en la oferta de papa, 3.200 libras por la casa.

Por fin, la adquirió. Salimos del albergue con nuestras cosas y fuimos a la nueva casa.

Era como la anterior, solo que un poco mas grande pero menos adornada y menos rústica.

Tenía paredes ligeramente agrietadas.

Después arreglaremos eso. Son detalles menores - decía papá.

Mamá colgaba sus cuadros.

Extraño el Rosemaling  - decía ella mientras acariciaba la áspera pared con gran nostalgia.

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Llegó navidad, y papa aún no conseguía trabajo. Se sentaba a leer el periódico en el sofá durante horas a la luz de su lámpara noruega, para buscar algo.

Lo logró.

Consiguió un empleo como reparador de vías. No era el mejor trabajo del mundo pero ganaba 125 Libras a la semana. Su trabajo consistía en pulir o remplazar los trozos de metal  gastados de la vía. Era absolutamente necesario para evitar un posible descarrilamiento de algún tren.

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En 1895, comencé a ir a la Colchester Royal  Grammar School, un colegio privado que estaba a unas pocas cuadras de mi casa.

Estaba en el salón 111, segundo piso con las señora Megan McCallister.

Fue prácticamente todo igual hasta que tenia once años, solo que no tenia muchos amigos

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En 1902, yo estaba en el quinto grado.

Fue allí cuando conocí a Geoffrey Tilman, que realmente, fue mi primer amigo.

El me presentó a sus otros 2 amigos: Roy Lincoln, y Clifford Bennett.

Un día me estaba despidiendo de ellos. Era un día normal. Estábamos terminando la clase de matemáticas con la profesora Bellamy Sterling. Estaba caminando con mi cuaderno en la mano. Todo iba bien, hasta que me tropezé con ella.