Viernes a la noche

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¡Viernes! Hoy es viernes, hoy saldría con Millie. Que suerte tengo de ser su mejor amigo. Me encanta estar a su lado.

Me costó estar a ese punto. Yo... era un chico insignificante, y ella era todo, Millie es de esas chicas que a todo el mundo les cae bien, ella es perfecta, es una gran amiga, una gran hija, una gran persona. Yo antes no era una persona agradable, los trataba mal a todos, era como el antisocial que iba a las fiestas solamente a robar cerveza.

En cambio, yo ahora soy alguien... ¿popular? desde que me hice amigo de Millie, todo ha cambiado en mi vida, ahora soy más abierto, una mejor persona de hecho.

Ella me cambió completamente, me endulzó el corazón. Y por eso estoy enamorado de ella. Ella es la única que ha sido capaz de hablarle con tanto amor a la persona más desagradable del salón, Millie vio algo en mí que nadie había visto.

Hoy iba a salir con ella.

Por Dios, aún no me lo creo.

Justo luego de dejarla a Millie me fui hasta mi casa, el brinco que di de la entrada hasta el baño fue impresionante.

Sin decir nada, me desnudé y me miré al espejo, encendiendo la bañera con rapidez, mordiéndome los labios con rapidez, mientras que en mi celular colocaba la canción "LA devotee" de Panic! at the disco.

Comencé a cantarla, mientras que la expresión de felicidad se mostraba en mi rostro.

Finalmente, escuchando aquella canción me metí a bañar, recibiendo ahora sí una llamada. Maldigo por lo bajo y saco mi mano para tomar el móvil y contestar inmediatamente, soltando un pequeño suspiro.

— Diga... — Mencioné en forma de pregunta, con dolor de dientes.

— ¡Noah! soy Mills. Te aviso que la salida de hoy se cancela. — Se me calló la cara. — ¡Vendrás a una pijamada conmigo! ¿qué dices? — Todo volvió como estaba, pero en cámara lenta.

Carraspeé un poco, tratando de llamar su atención un poco más. — Me encantaría, te veo en unas horas. — Le colgué puesto a que me estaba cayendo de la bañera.

NARRATOR'S POV

Al estar completamente listo, el castaño enrolló una toalla en su cintura, yéndose directamente hasta su habitación para poder cambiarse de una vez y estar bien perfumado para la noche. Se había puesto unos Levi's color grises, y una camiseta negra, con un buzo por arriba, con capucha.

En su mochila había un cambio de ropa por si llegaban a salir, pero la verdad a Noah no le molestaba usar la misma ropa.

Mascaba chicle, mientras que revisaba su celular, entretenido.

A Noah le dio hambre, por lo que fue directamente hasta la cocina, donde su madre se encontraba guardando algunas compras que hicieron mientras él se bañaba. — ¿Qué hay mami? — Pregunta el castaño, abrazando a su mamá, viendo que ella le entregaba un chocolate.

— Es para Millie. — Dijo la mujer con varias canas en su cabeza, lo que a Noah le hizo sonreír.

— Le va a encantar. — Contestó Noah dejando varios besos en la cara de su madre, tomando una bolsa de papitas, llevándosela para poder comerla tranquilo.

"Vaya... que rápido se va el tiempo" Pensó.

Esta había llegado hace unos segundos, y Noah bajó volando las escaleras, asimismo salía para recibir a la castaña. Cuando Noah la ve, todo el tiempo se paraliza. Aquellos ojos color miel lo miraban con un toque de alegría, esa sonrisa que siempre llevaba puesta. Traía puesto un chándal rosado y unos zapatos viejos. Su cabello estaba atado en media coleta, sin una gota de maquillaje.

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