Capítulo 23

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Un sentimiento de felicidad inundaba todo mi ser, al tener a calle conmigo, podía jurar que estaba soñando despierta, le dije que si quería subir a mi habitación y acepto gustosa, me dio un pico y entramos al ascensor.

-Llegamos a la habitación, y calle se tiró de espaldas en la cama, me dijo que estaba muy enojada y con sueño, ya que en el hangar le toco esperar muchísimo y que por primera vez después de tantos viajes, le pusieron problemas para viajar, y eso la había agotado física y mentalmente.

-Le propuse que si quería un masaje y me sonrió con malicia, mordí mi labio inferior, haciendo que se levantara de la cama, con sus manos me rodeo la cintura y yo pose mis manos en su cuello, empezando un beso muy sensual.

-Tú, no alcanzas a imaginar lo que provocas en mí, cuando te muerdes los labios Poché, me dijo con dificultad para respirar, ¿yo? le dije en modo de pregunta, haciéndome la inocente, sí. Tú me matas, cada vez que haces eso.

-Reí a carcajadas por la confesión de calle, y ella me miraba divertida, oye ¿si, me vas hacer el masaje? quiero probar la magia de tus manos, si y soy muy buena con ellas, son benditas para liberar las tensiones, pero espérame debo hacer una llamada primero.

-Calle me miró fijamente, y me abrazó por detrás, a si ¿a quién? mi amor que celosa, ella rió, no lo estoy, solo quiero saber a quién vas a llamar, me encanta que seas celosa calle, que no lo estoy, solo quiero saber nada más, me dijo entre risas.

-Está bien le dije divertida, voy hacer una llamada a la guardería donde deje a ramón, quiero saber cómo amaneció mi hijo, ahora ya no estoy celosa mi amor, me dio un pico y se fue al baño.

-La mire moviendo mi cabeza de lado a lado con una sonrisa tonta en mi rostro, enlace la llamada, y quede más tranquila al saber que ramón se encontraba bien, termine la llamada y calle ya estaba de nuevo sobre la cama, en una bata de baño sin ropa interior.

-Mis mejillas ardían por la vista que calle me estaba brindando, te estoy esperando pequeña quiero probar tus manos sobre mi espalda, tome un aceite de lavanda para que se relajara y empecé a masajearla con suaves movimientos.

-Ayyy! mi amor que delicia, de ahora en adelante serás mi masajista personal, pero ni creas que te los vos a dar gratis, obviamente se lo decía molestando, sabes que el dinero no es problema, o si quieres te pago de otra forma que creo que esa te gusta más.

-¡Calle! le dije dándole una nalgada, tu solo piensas en sexo, si y más si es contigo, ya déjame concentrarme en tu sesión de masajes si, está bien, no hablare más, señorita masajista lo dijo riéndose, daba gracias que calle estaba de espaldas y no podía ver mi rostro.

-Termine de darle el masaje a mi amor, y note que se había quedado dormida, le puse una manta por encima tapándola para que no me tentara con su cuerpo semidesnudo.

-Ahora era yo la que me sentía tensa, y puse a llenar la tina con agua tibia, espere que se llenara y le eche al agua aceites aromáticos para que me relajaran e ingrese en ella, sentí que mi cuerpo me le agradecía en ese momento.

-Puse música relajante y cerré los ojos, me sentía plena al saber que calle estaba a mi lado y en el mismo lugar. Sentí que abrieron la puerta y calle entraba totalmente desnuda, ¿no me pensabas invitar? me dijo con una ceja levantada y tratando de sonar enojada.

-Le estire la mano y se acercó a mí, entro despacio sentándose de frente, sobre mis piernas, mi amor es que te veías muy linda dormida, pero si me lo hubieras advertido antes del masaje. no me habría quedado profunda gracias a tus manos.

-Sabes mi amor me diste un masaje, que me dejo como nueva, en serio tus manos son mágicas, y ahora viene tu recompensa, te voy a llevar a explorar la galaxia, me dijo dándome un beso en el cuello, el cual me hizo soltar un fuerte gemido.

-Beso mi mentón y luego mis labios, recorrió con su lengua el contorno de mi labio superior y su lengua entro de golpe, después se separó y tomo mi labio inferior entre sus dientes halándolo un poco, sonreímos en ese instante y nos volvimos a besar.

-Ya estaba perdida en las caricias que me propinaba calle, cambiamos de posición y quedé encima de su cuerpo, y recosté mi espalda en su pecho, me hizo abrir las piernas y empezó a masajear con dos dedos mi centro palpitante, haciendo movimientos circulares, pero lentos, los cuales me hicieron perder el control.

-Mientras que su boca se encargaba de devorar la mía, tome su mano, para darle a entender que entrara, ella lo entendió y así lo hizo, movió sus dedos como toda una profesional haciéndome gritar de placer.

-Hicimos el amor, varias veces dentro de la tina, quedando exhaustas, luego entre risas y juegos nos hicimos peinados con espuma...y nos burlábamos de la una a la otra, por hacer caras chistosas, luego nos bañamos y, después bajamos almorzar, quería llevar a calle a los sitios turísticos de Denia y que también conociera las instalaciones del hotel, hoy sería su guía turística.


Elizeth0609

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