Con la misma delicadeza con la que cae un pétalo de la flor de un cerezo quiero acariciar todo tu cuerpo.
Que roce con el mío al igual que la espuma de mar la arena…
pues te deseo como un niño al mirar detrás del cristal una paleta, te miro con la ternura inefable, que solo puedes encontrar en los ojos de un cachorro.
Así como un turista recorre nuevos caminos y los memoriza, quiero recorrer el camino de tus emociones, conocer tus miedos y que vos conozcas los míos, estar en ese punto de vulnerabilidad, que ni se alcanza a distinguir por la seguridad que anhelo que ambos sintamos.
Quiero memorizar cada uno de tus gestos, hacerte enojar, verte reír y llorar.
Lo único que no quiero, es verte sufrir por un capricho, te ofrezco mis alas para que vueles o mí mano para caminar, no pienso lastimarte por más que lo pidas solo te quiero cuidar.
PD: Dedicaré mí vida a estar a tu lado o moriré en el intento. •
Créditos de imágen: Ramedany
Edición de imágen y Redacción: ramedany.amino@gmail.com
