1. "Despertador, Molly y Saint Claire"

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Jessie POV.

Ugh. La ciudad. En cuanto bajamos del avión no me gustó para nada. Como muchos dicen que Chicago es una ciudad grandiosa y muy importante, yo estaba en completamente en desacuerdo, era ruidosa y llena de personas. Estuvimos esperando a un taxi como 20 minutos, en cambio, con la "chata" que tenía mi padre, no teníamos que esperar tanto.

Ahora si, estábamos en la nueva casa que había comprado mi padre, esta casa no se comparada con nada, con la casa del campo, esta era grande y moderna, cosa que no me gustaba.

- Padre, ¿cuando nos vamos?- pregunté como una niñita de 5 años.

- Jessie, deja de jugar, sabes que nos vamos a quedar aquí por un largo tiempo.- me miró con un brillo en sus ojos. El tampoco quería estar aquí.- Toma, ve, elige un cuarto y acomoda tus cosas.- me señalo unas cajas que había traído un camión de mudanzas.

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- ¡AHHHHHHH! POR MI CABALLO TOM ¿QUE ES ESTO?- grité por el irritante sonido que hacia esta cosa que me había despertado de los brazos de morfeo.

Mi padre apareció asomando la cabeza.- Es un despertador hija.

- ¿Un despertador? ¿y el gallo?

Mi padre río.- Si un despertador, ahora que no esta mas el gallo, el sera tu nuevo gallo.- río devuelta.

- Si, si muy gracioso.- lleve una mano a mis oídos ya que no soportaba el ruido.- ¿Puedes apagar esta cosa?

- Si, si claro.- se acercó y me enseñó a apagarlo. Ya había visto despertadores antes, en películas, y también recordaba que cuando era pequeña tenia uno.- Ven, apresurate, llegarás tarde al instituto nuevo.- se dirigió a la cocina.

Ugh, Instituto nuevo, en toda mi infancia fui al mismo colegio, ahora con 16 años, casi estaba por terminar la preparatoria,me tuve que mudar a esta ciudad e ir a un nuevo instituto, con nuevas personas, ¿nuevos amigos? Definitivamente no, nunca cambiaría a mis amigos. En si, tendría que hacer nuevos amigos, no puedo estar todo el tiempo con mi padre, eso sería raro.

Cuando termine de cambiarme me dirigí hacia la cocina, mi padre había hecho tostadas, tocino con huevos y café.

- ¿Vas a ir vestida así?- señaló mi padre a mi vestimenta, tenia puesto una camisa a cuadros, unos jeans rotos, unas botas, y como no puede faltar mi sombrero de vaquero.

- ¿Por que? A mi me gusta.- dije segura de mi misma, nadie va a decirme como tengo que vestirme.

- Porque ya no estamos en el campo, sino en la ciudad, tendrás que acostumbrarte a la vestimenta que usan aquí y también me gusta que seas segura de ti misma.- dijo sonriendo yo le devolví la sonrisa y empecé a desayunar, la única cosa que va a arreglar mi día es esto y no lo voy a arruinar.

×××××

Cuando llegamos a la puerta del instituto, en despido de mi padre y el me asegura de que la voy a pasar de maravilla, aunque lo dudo. Este colegio es mas grande que el otro y queda mucho mas cerca. Muchas miradas se posan en mi cuando camino por el pasillo lleno de estudiantes. No se que tanto tienen que ver, ahora soy una estudiante como ellos.

Todos empiezan a correr hacia sus salones cuando un ruido irritante al igual que el despertador que compró mi padre empieza a sonar. Genial, adoraba ese ruido (nótese el sarcasmo), ahora deberían tomar en cuenta cuanto odio ese tipo de ruidos. Mire el horario que me dio mi padre que se lo había dado la directora de este instituto e indicaba que mi próxima clase era Matemáticas y que quedaba en el salón A12. ¿Como voy a saber en donde coños se encuentra el salón A12? Pensé frustrada e hice una mueca de mala gana.

¡Fuckings Vaqueros! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora