Feria de Sensaciones

14 El entrenador

Existen personas que llevan por nombre su profesión, sírvase de ejemplo los casos de Armando Paredes (albañil), Aitor Menta (meteorólogo), o Ana Tomía (Medica Generalista); podríamos incluir en este grupo a Ricardo Salvador... y no, no es fundador de ninguna iglesia. Su profesión es Director Técnico de equipos de futbol.

Su trayectoria como D.T. de primera se resume en Reds F. C., Halcones del Sur, Estepario, Cerro Blanco y Patagones. Todos equipos condenados al descenso, todos salvados por Ricardo.

El azar, o el porvenir, lo puso en la misma situación: Reds al borde del descenso y él designado entrenador del equipo.

En el torneo, los últimos dos en la tabla perdían la categoría. Al Reds le iba, bueno, podemos resumirlo así: dos victorias, tres empates y cinco derrotas. Durante esos partidos se podría destacar el clásico con Colegiales ¿por qué? Porqué ganarle al clásico siempre es lindo. Leandro Sirus, el goleador, le metió dos golazos para endulzar a los hinchas ante tanto resultado amargo; ese día, también, se produjo el debut de Ciro Alonzo con la número 5.

En la última fecha, el fondo de la tabla mostraba a Lagarto (15 puntos); Chiquillos (11); Reds (9) y Monitos (3).

Reds vs. Chiquillos: el perdedor se despide de primera.

El clima en "El campo de los caídos" es atrapante.

PT 0' El árbitro da el pitido y arranca el partido; ambos equipos se estudian, tratan de ser ordenados y mantener el control de la pelota.

PT 13' Alonzo se escapa por la banda derecha y echa el centro para Sirus, que cabecea.

¡Goool! El grito baja de la tribuna como un tsunami e inunda todo a su paso.

El Reds se queda, la ilusión ya se asoma.

PT 14' Luego de sacar del medio, el áspero defensor Talanga levanta por los aires al goleador, Sirus, lesionándolo. Los médicos le indican a Salvador que Leandro no puede seguir.

PT 16' Cambio se retira lesionado Sirus e ingresa debutando con tan solo 16 años de Darío Dinhamo.

El pibe entra en la cancha, tiene miedo y siente presión.

PT 18' Y 21' En un abrir y cerrar de ojos, Chiquillos empata y pasa al frente.

Final del PT R. 1 –2 Ch.

–A ver chicos, júntensen... –dice Ricardo, detrás está la pizarra del vestuario– yo sé que están poniendo huevo como nunca pero ahora les pido que dejen el alma. Ustedes saben lo que es esta camiseta. Llevan la misma que usó gente que no tenía oportunidades y, sin embargo, se abrió paso y acarició la gloria. Si nos toca perder que sea de pie, con honor, como verdaderos guerreros. ¡Ahora vayan!

En el campo, los rojos salen con energía renovada.

ST 4' Les embocan el tercero y el ánimo cae por el suelo.

ST 17' Ciro recibe la pelota, Talanga lo traba y lo revolea. Ahí Salvador comprende: "Alonzo, un toque" grita. El joven no entiende, pero Dinhamo sí.

ST 18' El pibe de 16 se recupera la pelota y se la pasa al 5 del Reds, quien está por pararla cuando ve la proyección de Darío; ni siquiera reflexiona y usa el pie como punto de rebote, una pared preciosa; la pelota pasa entre dos Chiquillos y llega a Dinhamo. Treinta metros entre él y el arco; apunta, patea y la pelota choca con el travesaño, pica en la línea y ¡entra!

¡Goool! El silencio anterior en la hinchada muta en festejos desaforados.

ST 19' Chiquillos saca del medio y de inmediato Alonzo recupera, levanta la mirada y divisa a Dinhamo corriendo solo por la izquierda. Manda el pase de cuarenta metros. Darío la para de pecho, sigue su marcha, se saca de encima a un defensor y lanza un centro. La pelota hace una curva, muchas cabezas se pasan de largo y la frente de Alonzo, que nunca paró de correr, cambia la dirección, el arquero intenta manotear pero no puede. Sin aliento, Alonzo se tira al suelo, sus compañeros se arrojan encima.

-¡Goool, pibe, gol! -el desafuero de Ricardo es incalculable.

Los jugadores visitantes se meten atrás y pelotazo va pelotazo viene, los minutos se consumen.

ST 44' Talanga pifia y concede un córner. Ciro acomoda la pelota, retrocede tres pasos y observa. Todos, incluyendo a su arquero, esperan ese tiro de esquina. Suspira, está por desmoronarse. Traga saliva, toma carrera y... la jugada transcurre en cámara lenta.

ST 45' La curva de la pelota sobrevuela encima de algunos. En el caos del área, el arquero de Chiquillos sale con los puños en alto y choca con un compañero; uno con camiseta colorada cabecea pero la dirección es algo errática y la pelota deambula por el área chica. Dinhamo aparece en escena para empujarla...

–¡Goool! –exhala afónico Ricardo con los brazos extendidos. Luego se corrige: Aplaude de pie el trabajo, la entrega y dedicación de esos dos pibes que cambiaron el rumbo.

El partido termina Reds 4 – Chiquillos 3; Ricardo Salvador se despide con una sonrisa, adentro de la cancha. Otro equipo salvado. Él sí que lleva la profesión en el nombre.