No tenía idea de donde estaba sus ojos se movían despavoridamente por toda la habitación pero no lograba mover ninguna otra parte de su cuerpo, sudor corría por su frente y comenzaba a sentir un calor intenso por todo su cuerpo que la invadía como si la estuvieran consumiendo las llamas más vivaces del mundo.
Pero eso no era lo peor, ella sentía una mirada, una mirada que venía de detrás de ella, pero no podía girar su cabeza aunque quisiera, entonces pasos comenzaron a escucharse en el piso de abajo de la casa, y lentamente algo o alguien comenzó a acercarse a la puerta de la habitación, entonces ya no sintió la mirada detrás de ella pero esta vez lo que sintió fue mucho peor que una mirada, alguien estaba respirando justo aun lado de su oído, trato de gritar pero su voz sonó apenas como un gemido despavorido un intento fallido por intentar pedir ayuda. Los pasos se escucharon cada vez más cerca de la puerta de la habitación, y la respiración en su oído se volvió aún más intensa, algo abrió la puerta de manera brusca haciendo que ella despertara gritando del sueño, se sentó en su cama y al abrir sus ojos y mirar hacia la puerta de sus habitación esta se encontraba abierta.