Parte única

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¿Qué ocurrió con aquel chico que vivía junto a mí?

Que cada mañana siendo exactamente seis con cinco minutos salía a su trote madrugador y volvía cerca de las siete con treinta minutos, siempre usando unos short deportivos cortos que mostraban unas piernas que cualquiera de nosotros quisiera tener, las depilaba y de eso me daba cuenta cuando el brillo del sol dando sus primeros rayos producía un leve destello en la aperlada y sudorosa piel.

Cada día se mostraba con una bandana diferente que mantenía sus rulos, unos rizos casi perfectos que en los últimos momentos caían de una larga cabellera completamente sana y perfecta, aún cuando después de su ejercicio matutino su cabello volviera brillante ante el sudor y la mugre acumulada. 

Cabellera chocolatosa y larga que constantemente peinaba hacía atrás con su mano izquierda, pocas veces con la derecha.

Su vestimenta no era usual y cada momento en que salía de su puerta le veía con diferentes y extravagantes prendas de vestir, guayaberas de múltiples colores, camisas formales algo afeminadas para ser quien era, jeans y pantalones ajustados, a veces con unos grandes que aun así no dejaban de quedarle de maravilla, prácticos botines que lucían cómodos, incluso con aquel tacón de más de cinco centímetros y, como si él necesitase ser más alto, era obvio que los usaba por gusto, media más de un metro ochenta, metro ochenta y tres de pura perfección.

A veces le miraba con ropa común y la baba caía en un hilo interminable, remeras blancas que le quedaban sueltas, algo trasparentes a veces, en negro también las tenía y con ellas siempre podía visualizar sus pezones ante el frío que se daba a las ocho con veinte -hora en que salía a su trabajo-.



"Ten un buen día Lou"



Jamás olvidaría también que cada día cuando salías a tu trabajo, me saludabas y me deseabas un buen día, nunca me había sentido tan arrepentido como lo estaba ahora, porque jamás me atreví a invitarte a mi casa a tomar té o café, lo que sea para que estuvieras bien, nunca me dijiste tus verdaderas intenciones, aunque yo tampoco las sabía, no tenía idea de cómo me sentía hasta que la realidad me golpeó con fuerza.



"Entonces... ¿Te gusta sacar la basura durante la noche y quedarte embobado mirando las estrellas?"



"Sí. Es más... como un momento especial que se puede tener, una desconexión con el mundo y un agradecimiento hacía el oscuro Universo por cuidar el planeta y sólo botar cosas no reciclables."



"¿Reciclas?"



"Desde que tengo uso de memoria. Mis padres eran bastantes... Em... Apoyaban mucho al medio ambiente y me enseñaron todo ese conocimiento"



"¿Eran?"



"Fallecieron cuando cumplí los quince"



"Lo siento."



"No importa, es un momento que de a poco se supera, sigo con sus costumbres, me hace sentirlos cerca"





¿Por qué podíamos hablar tan bien pero nunca me di cuenta de lo que sentía por ti? 

Recuerdo estar con una pareja cuando te conocía, tenía a Xavier colgando de mis manos y sentía que estaba enamorado, pero llegaste tú y dejé de tomarlo en cuenta, te mudaste justo en la casa de mi lado izquierdo y te presentaste con esa voz grave y raposa tan característica de ti, con tu mano izquierda sosteniendo los lentes de sol y estirando la derecha como modo formal.



Haber. -Larry Stylinson OSWhere stories live. Discover now