Promesa

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Veloces, eran los pasos que daba temiendo por mi vida. Mi aliento escaseaba, sentía como un intenso ardor invadía mi pecho a medida que quemaba mi tráquea.

Mis piernas se negaban a obedecer mis ordenes, tan sólo temblaban en conjunto con la agrietada tierra del planeta Namekusei. Procurando recuperar el aliento, me detuve de golpe en una zona rocosa y destruida por quienes asumo, eran secuaces del tirano de Freezer.

Limpié el abundante sudor de mi rostro con mi antebrazo agradeciendo la valentía y nobleza de Krillin y Gohan, eran realmente estupendos.

Mis ojos se estancaron en el horizonte, perdidos se posaron sobre el verde paisaje que componía a aquel planeta, era realmente bello. Poco alentador fue, que la miseria y tristeza opacara el gran encanto del lugar.

Aprecié las amorfas y blancas nubes que acompañaban el decaído estado anímico del lugar. Me sentía abatida, impotente, irritada y triste al pensar en lo poderoso que podía llegar a ser el maldito de Feezer.

Mi visión nuevamente se extravió y suspiré con pesadez.

—Goku...—murmuré débilmente—. Por favor llega pronto. 

Lo sabía, el era nuestra única esperanza de salir con vida tras esta aventura. Era realmente desesperante pensar en todo lo ocurrido, incluyendo la condición en la que podrían estar mis amigos.

Goku...

Algo extraño sucedía al oír o articular con mis labios su nombre en mí. Mi interior se estremecía al pensar en él. Rápidamente, al palpar mi pecho, pude notar como mi corazón lo golpeaba salvajemente. ¿Qué me estaba ocurriendo? ¡¿por qué ese idiota provocaba semejantes cosas en mí?!.

Percibí como mis pómulos se sofocaban levemente provocando que perdiera aún más los estribos y aumentando mi incertidumbre. Molesta y desanimada, recargué la espalda contra una de las enormes rocas dando otro colosal suspiro.

¿Sentía cosas por mi mejor amigo?.

Admito que incontables veces me había flechado con muchos chicos guapos, sin embargo, sabía que lo que estaba sintiendo por Goku iba más allá de una simple y absurda atracción física, era algo completamente diferente y me asustaba. ¿Pero que lograría enamorándome de él?, ya era tarde para mí.

Aún así, no quitaba el hecho de que me partiera el alma pensar en su matrimonio provocado gracias a una inocente promesa de infancia.

Un estruendoso sonido sustrajo mis pensamientos y me hizo divisar en su dirección. Mis ojos se abrieron grandemente cuando una de las naves con el logo de la corporación aterrizó a unos cuantos metros de mí.

—¿Goku?—cuestioné a viva voz. Un nudo se armó fugazmente en mi garganta y mi pecho comenzó a doler.

Sin dudar un segundo más, olvidé todo el cansancio previo y las heridas de mis piernas a causa de las continuas caídas y me apresuré a investigar, así corroboraría mi hipótesis de la llegada de Goku. No podía evitarlo, siempre fui bastante impulsiva y constantemente me dejaba llevar por mi curiosidad.

Mi respiración se cortó y elefantes recorrieron mi estomago cuando logré apreciar a un robusto pelinegro de cabellera alborotada y gi naranjo descendiendo de la nave, efectivamente se trataba de quien había estado esperando impacientemente.

Mi respiración se cortó y elefantes recorrieron mi estomago cuando logré apreciar a un robusto pelinegro de cabellera alborotada y gi naranjo descendiendo de la nave, efectivamente se trataba de quien había estado esperando impacientemente

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N A M E K [Goku x Bulma] O N E  S H O TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora