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TaeHyung estaba en medio de ambos, pero ni siquiera ello le bastó para saber por qué se desató el caos. Si hacía memoria, fue un comentario realizado por el taxista el que JiMin respondió, seguido de ello, Joy expresó algo diferente ¿Pero qué fue lo que dijeron? TaeHyung no podía entenderlo, sólo sabía que de la nada los gritos lo ensordecieron y pronto se vio enfrentado a una loción de manos, que Joy sacó ágilmente de su cartera, y de pasta dental, que JiMin sacó de su mochila. Y, si bien aquellos habían logrado el objetivo de ensuciar al otro, a su vez gritaron desesperados cuando notaron que sus cabellos estaban arruinados.

Sin embargo, el que no gritó a pesar de estar en peores condiciones fue TaeHyung, quien al verse en medio de esa guerra de viscosidades quedó mucho más sucio que JiMin y Joy al hacer el intento por detener lo inevitable.

— ¡TE DIJE QUE NO DEBÍAMOS VENIR CON ELLA!

— ¡TÚ FUISTE EL QUE SE INVITÓ SOLO!

A pesar de los reclamos y de que ninguno asumiría su responsabilidad, lo que siempre ocurría entre ellos era que de algún u otro modo existía la costumbre de que compartieran las mismas cosas. Incluso hubo una vez en primaria en que ambos tuvieron la misma mochila y que, por circunstancias del destino, no supieron cómo llegaron con la de su rival a casa.

— ¡ARRUINASTE MI PELO! —dijeron ambos y pronto el taxi frenó de forma tan abrupta que se tuvieron que sostener con fuerza para no golpear sus cabezas, sin saber que eso sería sólo el inicio de un castigo compartido.

— ¡Los voy a demandar! ¡Arruinaron mi taxi! —expresó con furia el hombre mayor y, tan pronto se bajó del auto, Joy y JiMin se apresuraron a seguirlo a la comisaría, mientras TaeHyung recogía sus cosas y hacía el intento de bajar con cuidado para no seguir ensuciándose, aunque a esas alturas no había nada que hacer, pues desde su pelo a su pantalón estaba sucio ya sea con loción o pasta dental.

— ¿Estás bien? —cuestionó YoonGi, tendiéndole una mano al bajar del taxi.

— O-oh... —dejándose ayudar, TaeHyung logró decir apenas ante la sorpresa de apreciar al policía sexy frente a él, pero tan pronto como se vio en la acera, se olvidó de YoonGi al notar que sus amigos salían de la comisaría entre gritos al ir siguiendo a SiWon y al taxista.

— ¡ÉL FUE!

— ¡ELLA FUE!

— ¡SÓLO ME DEFENDÍ! —gritaron ambos.

— ¡Cállense! —los miró de mala manera SiWon y luego observó al taxista—. Explique lo que ocurrió

— Mire —señaló el hombre mayor el interior del auto— ¡Mire el desastre que hicieron!

— Ajá —respondió SiWon anotando algo en una libreta.

— ¡Ensuciaron el piso!

— Ajá.

— ¡Los asientos!

— Ajá.

— ¡Las ventanas!

— Ajá.

— Qué exagerado —cruzándose de brazos, bufó JiMin.

— Son unas manchitas, nada más —añadió Joy.

— ¿Pagarán para que limpien el taxi o lo limpiarán ustedes? —los miró SiWon, atento a lo que decidieran ambos para poder anotarlo en su libreta.






Sin el ánimo de escuchar la respuesta, TaeHyung giró y decidió ir a pagar la fianza. Sabía que aquella decisión implicaría otra pelea entre JiMin y Joy, por lo que tomó distancia ante el hecho de que no podía soportar más gritos, ni mucho menos quería continuar más tiempo con sus ropas sucias y, por sobre todo, no podía soportar sentir que su pelo y rostro llevaban encima loción de manos y pasta dental. Si sólo hubiese sido loción no habría problema, se quejó tomando un número de atención, pero tan pronto como vio que su número era el 151 y en una pantalla se indicaba en color rojo el 87, quiso gritar ante la frustración.

— Deberías pagar la multa otro día.

Sobresaltándose, TaeHyung miró a su lado y se percató de que YoonGi lo había seguido. Por alguna extraña razón, sólo entonces el pelirrojo se dio cuenta de que el policía no vestía su uniforme, sino que sus ropas en tono negro lo hacían ver elegante y muy, muy guapo.

— Si quieres te puedo llevar a tu departamento para que te quites todo eso —sacando al menor de sus pensamientos, el rubio lo señaló de pies a cabeza, consiguiendo que TaeHyung se ruborizara al instante al pensar en que aquella oración podía ser interpretada de diversas formas.

— Ah... eh... policía...

— YoonGi, dime YoonGi hyung.

— Hy... ung...

— YoonGi hyung —insistió el rubio y sonrió de medio lado al notar el nerviosismo del menor.

— Si me... lleva al departamento... ¿no lo regañarán, YoonGi hyung?

— Estoy libre, sólo he venido a la comisaría porque dijiste que hoy pagarías la multa.

— Realmente... —bajó la voz— ¿anda en busca de esclavos sexuales?

En tal punto, la carcajada de YoonGi no se hizo esperar, avergonzando al menor que se recriminaba el haber soltado lo anterior en un impulso. Sin embargo, lo que lo avergonzó aún más, fue el hecho de que el rubio detuviese sus risas y se acercara lo suficiente como para susurrarle al oído una proposición que marcaría un antes y un después entre los dos.





ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora