P18: Erick Junior.

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Días después...

—Deberías venir a pasar unos días con nosotros...—decidió Danna. Paulina apartó la mirada de la pantalla de su ordenador y suspiró.

—¿Te encuentras bien?—cuestionó la muchacha.

Danna rio, asintió y dos segundos después movió su cabeza a modo de negación.—Estoy nerviosa...—confesó.

—Danna...

—Sí, ya sé que sólo son nuestros padres pero nuestra relación no es la mejor.—le recordó.—Y ahora ellos vienen a pasar unos días con nosotros y siento como si me hubiesen dicho que me van a encerrar en el sótano de la casa y que no me van a volver a dejar ver la luz del sol...nunca más...—Paulina frunció sus cejas y negó un poco.

—Oye...no puede ser tan malo...—decidió.—Además...ni siquiera sabes cuándo van a llegar.—hizo una pausa.—Y aunque quisiera ir a pasar unos días contigo para que puedas huir como la cobarde que tratas de ser no podría.—Danna rio de nueva cuenta.—Recuerda que mi prima llegó a mi departamento...

—¿Cómo vas con eso?—cuestionó.

—De vez en cuando me odio a mí misma por ser una buena persona y aceptar que se quedase conmigo.—confesó. Los ojos miel de su mejor amiga se posaron en ella y negó de inmediato.—No, no soy una mala persona o en todo caso una mala prima; es sólo que tenerla todo el día en casa es algo complicado.—hizo una pausa.—Celia no para de recordar a su ex pareja que es básicamente la razón por la cual decidió dejar Tampa y venir acá; y por consecuencia no me deja concentrarme en mi tesis...—le explicó.

Danna suspiró.—Pau...

—Mejor amiga; lo único que pasa contigo es que estás nerviosa y estresada.—decidió encogiéndose de hombros.—Pero una vez que tus padres y suegros lleguen todo el nerviosismo y el estrés se te va a ir, lo prometo.—se rio.—Y por cierto, tengo algo para ti que seguramente va a ayudarte con aquello del estrés...—anunció tomando su bolso.

Danna se quedó en silencio contemplándola y después tomó el sobre blanco que la chica le tendía.—¿Es una carta?—cuestionó divertida.

Paulina se echó a reír.—No. son un par de boletos para la feria...—anunció.—Mi plan era invitar a Zabdiel pero él tiene muchas cosas que hacer y yo no tengo demasiado tiempo libre últimamente porque entre Celia y la tesis me consumen...así que creo que Er y tú podrían aprovecharlos.. —Inquirió la chica con media sonrisa.—Vamos, Dan...vayan, disfrútenlo mucho y sean muy felices juntos...

—Eres la mejor.—decidió la castaña lanzándole una amplia sonrisa.

—Lo sé...—ambas se echaron a reír.—No me des las gracias, Dan. Mejor prométeme que te vas a divertir mucho y que vas a dejar todo ese estrés y esos nervios de lado...

—Está bien.—respondió en voz baja.—Te lo prometo...

(...)

Erick maldijo por lo bajo sin despegar sus ojos de la hoja de cálculo que tenía entre las manos. Era pésimo para aquello incluso teniendo experiencia en el ramo.

Danna lo contempló desde la puerta en completo silencio. Le parecía condenadamente atractivo en su estado de concentración; la manera en la que sus labios se fruncían y la manera en la que sus ojos verdes se paseaban de un lado al otro por el papel que estaba sosteniendo entre sus manos. Era atractivo. Y era suyo.

—¿Demasiado ocupado, señor Colón...?—cuestionó. Erick levantó sus ojos verdes de manera inmediata y soltó una risita contemplando a su esposa de pie.

¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora