Capitulo 1

2.7K 117 7
                                    


Situada en el mas pequeño parque de la ciudad, que esta a diez cuadras de mi casa, llegue a la conclusión de que había sido una terrible idea ir a relajarme en ese lugar. De noche todo parecía mas tenebroso de lo que lucia durante el día. Todavía habían algunas personas en las bancas detrás de mi y eso me dio un poco de seguridad. Mi fuerte nunca ha sido estar sola en la oscuridad. 

Habían pasado quince minutos para darme cuanta de que las personas se habían ido. Estaba sola ahora. 

Mire para todas las direcciones y todo se veía obscuro y tenebroso. Mi mente se debatía entre esperar un tiempo para que la adrenalina corriera por mis venas e irme de ese lugar lo mas rápido que mis piernas aguantaran o llamar a mi amiga Gabby para que viniera a recogerme en su falamble escarabajo que su padre le había regalado de cumpleaños. Ella seguramente esta en su séptimo sueño y por mas que le marcara no iba a contestar.

Espere cinco minutos mas y la adrenalina no venia a mi. A lo lejos pude notar a un muchacho acercarse. Sentí como un escalofrió recorría todo mi cuerpo. Incapaz de moverme mi respiración comenzó a entrecortase. 

En la oscuridad no podía ver su rostro, solo pude visualizar la figura de su cuerpo. No parecía ser un hombre mayor. Su manera de caminar y su delgada figura me hacia pensar que era alguien joven.

A medida que se acercaba se notaban cada vez mas sus rasgos y que realmente era alguien joven, no mucho mayor que yo. Se sentó en la banca que estaba detrás de mi y saco un cigarro. Al parecer ni siquiera noto que yo estaba a un metro de el.

Prendió su cigarro y el humo comenzó a llenar mis pulmones. No pude evitar toser, así como tampoco pude evitar sentirme molesta.

Desde mi lugar solo podía ver su cabello; denso, negro y alborotado por la ráfaga de viento que había comenzado minutos después de que saliera de mi casa. 

Paso un largo tiempo desde que el había llegado y al parecer aun no se terminaba su cajetilla de cigarros. No tenia por que estar respirando todo ese humo pero me atemorizaba regresar a pie a mi casa. Decidí encararlo y reclamarle. Necesitaba paracer fuerte para que no pensara que soy devil. 

—Oye amigo, acaso estas ciego —Le dije mirándolo con frustración. Él se volteó a verme claramente sorprendido y me hecho una mirada con el ceño fruncido. Segundos después dije— perdón por amar más a mis pulmones que tú a los tuyos pero odio el olor a cigarro y juro que si paso más de 5 minutos aquí moriré ahogada, así que por favor ¿podrías irte a fumar a otro lugar?

—Lo siento, no había notado que estabas aquí —me contesto apagando su cigarro.

— ¡No!, ¿en serio? —le pregunte con sarcasmo— estoy justo enfrente de ti y ¿no notas mi presencia? ¡Dios! ¡Por qué no le das unos nuevos ojos al muchacho! —exclame levantando las manos al cielo. El abrió mucho los ojos.

—mira niña hoy no fue uno de mis mejores días y no voy a permitir que tú lo arruines más de lo que ya está, así que si me disculpas —saco otro cigarro de su bolsillo y lo prendió, segundos después lo llevo a su boca.

Francamente me esperaba esa respuesta. No pude evitar sentirme molesta por su comentario. Lo único que se me ocurría hacer era irme, enfrentar mi miedo a la oscuridad  y olvidar todo el humo que había respirado o quedarme a discutir con un completo desconocido que decidió meterse con la chica equivocada. La segunda opción parecía mas divertida.

— ¿Sabías que el cigarro te matara algún día verdad? —le dije haciendo que rodara los ojos.

— ¿sabías que moriré algún día? ¿Qué más da si me muero por hacer algo que disfruto? Personas mueren a diario sín que se lo esperen, ¿niña no tienes otra cosa mejor que hacer que estar molestando? Además, te ves muy joven para estar a estas horas fuera de casa.

Sea lo que sea, el tenia un punto. Lo cierto era que me daba igual lo que el pensara, además ¿quien se creía para darme sermones y llamarme niña? 

­—pues tú te ves muy joven para estar fumando —le conteste arqueando una ceja.

En ese momento recordé a mi madre, deseando que estuviera muy dormida. Ella no se había dado cuenta cuando salte por la ventana y salí corriendo para que no me viera. Lo había hecho muchas veces, pero no me había demorado tanto como para que ella notara mi ausencia. Sintiendo como el aire se volvía mas denso y mi piel comenzaba a ponerse de gallina, observe que habían apagado casi todas las luces en el parque e imagine que era muy tarde.

 —no lo creo, yo soy mayor de edad por lo tanto puedo hacer lo que quiera, mientras tu— me miro de arriba abajo con expresión divertida, mientras yo solo podía sentirme acosada— no creo que pases de los 16, además con esa altura y tu actitud de niña de 6 años me atrevo a admitir que efectivamente eres una malcriada.

­— ¿disculpa?­— le conteste indignada— tengo 17 y además mido 1.60, y definitivamente no soy una malcriada, ¿sabes? Me gusta mucho molestar a personas como tú, ver como se ponen rojos de furia me hace feliz y si eso me hace parecer niña de 6 años, pues lo soy —dije cruzando los brazos.

—Me gustaría quedarme a discutir contigo sobre lo lindas que me parecen las niñas de 6 años y poder contarte sobre mis tendencias pedófilas pero... tengo que irme —me dijo apagando el cigarro a medias en la pared. — a por cierto soy Zayn y no fue un placer conocerte niña —se alejó antes de que pudiera contestarle.


­




Como Fuego y Polvora //Z.M//(Modificando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora