Los dioses más antiguos del mundo decidieron crear a sus propios hijos con poderes que solo algunos tendrán así llamándolos semidioses , tras finalizar su absurda batalla sin quedar ninguno de ellos vivos, una diosa que no creo a su hijo decidió esp...
Tomaremos la historia hace unos 100.000 años atrás, cuando el mundo era un lugar mágico lleno de vida, los hombres convivían con la naturaleza y la naturaleza convivía con los hombres, era una hermosa cadena que no tenía fin pero un día los dioses ya aburridos, de ver tanta alegría, querían algo más emocionante, algo más de guerra.
Fue así que ellos crearon a sus propios hijos con poderes especiales.
Unos tenían la fuerza de 100 hombres
Otros tenían la magia para curar cualquier herida o enfermedad
Algunos tenían la destreza y sigilo para ser grandes asesinos
Y algunos tenían la fuerza y el valor en el campo de batalla y la actitud de cabellos
Pero hablaremos la historia de una diosa que le ha gustado sufrir desde los inicios de la creación, atada por sus propias cadenas, su sangre que tiene el poder de volver a cualquier ser vivo de la muerte, su cuerpo tan hermoso marcado por las cadenas de su propia miseria, un rostro tan angelical que aria perderse en la locura.
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Ella estaba indecisa si hacer a su propio hijo, ya que no le encontraba algún beneficio a su favor o de los demás dioses, así que siguió pensando que hacer hasta que por fin decidió hacer a su pequeño niño,
Así fue cuando se arrebato carne de su propia pierna haciendo el cuerpo, arrancó cabello de su cabeza para hacer sus órganos, arrancó sus uñas para hacer sus huesos, pero algo le hacía falta a este hijo, le hacía falta algo que llenará sus órganos y huesos para que pudiera tener vida.
La diosa pensó y pensó que le podría hacer falta a su hijo para que tuviera vida, daba vueltas por el universo pensando el como haría para que viva su hijo, el tiempo pasó y pasó hasta que cuando tuvo la respuesta el mundo había cambiado... los enormes bosques habían desaparecido, los mares se desaparecieron lentamente , los humanos sobre explotaban el poco espacio, tenían guerras sin motivo solo dejando muerte y destrucción a por donde quiera que estaban, hacían estructuras gigantes El mundo parecía un poco más sucio.
La diosa un poco extrañada por los hombres pues an avanzado mucho en tecnología y inteligencia, ya no eran los mismos que hace muchos milenios aún así decidió mandar a su niño, su pequeño niño que sigue dormido en un hermoso sueño eterno, bueno eso hasta que al fin decidió mandarlo a tierra, así que en la única despedida más triste que una madre puede darle a su bebé, le dio un beso lleno de amor y lo envolvió en un manto de sangre cuabulada lo lanzó hacia la tierra haciéndolo ver cómo un meteorito.
"ALGÚN LUGAR DE JAPÓN "
En medio de un hermoso lago estaba una pareja bien abrazada a pesar de ser las 3 de la madrugada, veían el hermoso cielo despejado dejando ver las hermosas estrellas.
