Amnesia || Magcon [✔️]

61 ~ ¿Cómo debía sentirme?

NARRA MAISIE

–¿Qué hacen aquí? –pregunté sorprendida, al ver como aparecían Hazel y Sebastian junto a mí. –¿Cómo supieron que estaba aquí? –fruncí el ceño.

Los dos me miraban agitados, como si hubiesen llegado corriendo desde el apartamento. En eso recordé que el taxi en el que había llegado probablemente seguía esperando afuera por su paga.

–Vinimos por ti.

Su tono de obviedad me confundió aún más. Hazel parecía, por alguna razón, desesperada por un agradecimiento de mi parte.

Yo aún no entendía por qué estaban aquí.

–¿Por qué? –cuestioné, viendo como Bethany se les unía.

Seba se mantenía en silencio junto a Hazel, mientras que el rostro de Bethany parecía afligido.

–Dijiste que estabas aquí –habló Sebastian.

Recordé que le había enviado un mensaje diciéndole donde me encontraba y lo miré incrédula.

–Sí, pero no fue para que vinieran.

–Nos tenías preocupados...

Hazel me miraba con aquellos ojos grandes que la caracterizaban y continuó hablando.

–La última vez que te fuiste de esa forma, estuviste a punto de tirarte de un puente.

Al escuchar aquel comentario, sentí que el mundo se desmoronaría a mí alrededor en cualquier momento.

La miré sorprendida, sin poder creer que realmente hubiese dicho aquellas palabras.

Mi primera reacción fue voltear a ver a los chicos, que habían estado sentados justo frente a nosotros durante todo este tiempo, escuchando.

–¿Qué?

Hayes miraba a Hazel en un estado de perplejidad y luego sus ojos se posaron sobre mí, esperando alguna explicación de mi parte.

La mayoría de los chicos me miraban sorprendidos, tras escuchar aquello, mientras que los demás mantenían su mirada sobre Hazel, confundidos.

Hazel y Sebastian reconocieron las otras presencias y se giraron a verlos, ambos igual de confundidos. Y como era de esperarse, Bethany que los veía en completa estupefacción.

De un momento a otro, el ceño fruncido de Hazel desapareció y sus ojos se abrieron en sorpresa, dándome a entender que los había reconocido.

Hazel abrió la boca para decir algo, pero la detuve.

–Hablemos por aquí.

Tomé los brazos de Hazel y Sebastian y comencé a caminar en dirección opuesta de donde ellos estaban, alejándolos de allí.

–¡Bethany! –la llamé, al ver que seguía sin moverse.

Beth tardo unos segundos en reaccionar, pero giró y caminó de forma automática hasta donde me encontraba con los otros dos.

Nos detuvimos en cuanto pensé que la distancia entre nosotros y los chicos era prudente para hablar.

–Esos... –comenzó a decir Hazel, observándolos, pero una vez más, la interrumpí.

–¿Qué es lo que sucede contigo? –pregunté, escuchándome más frustrada de lo que pretendía.

Hazel me miró, sin comprender.

–¿Qué?

–¿Por qué dices esas cosas? –interrogué. –Eso no es algo de lo que se pueda hablar en público –la miré como si todo el mundo lo supiese, y así era.