ᴊᴇᴏɴʟᴏᴜꜱ || ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ

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JungKookie, por favor detente. -Pidió el mayor del grupo al verse apresado entre los fuertes brazos del maknae. —Debo terminar la cena antes que los demás lleguen.

Ya lo sé, hyung~ -Sin soltarlo daba pequeños besos en su cuello.

Se buen niño y ayúdame. ¿Sí?

Después de varios intentos, el azabache por fin lo soltó, no sin antes robarle el aliento en uno de sus muchos besos apasionados que tanto le gustaba saborear al menor.

Estaban bromeando mientras sazonaban y freían las pechugas de pollo cuando escucharon ruido en la sala, los demás integrantes habían llegado.

Umm eso huele bien, Jin-hyung. -Comentó HoSeok al acercarse a la cocina. —Muero de hambre.

En un rato más estará listo, vayan a cambiarse. -Indicó el mayor y los demás obedecieron.

Pareces la mamá, hyung. -Dijo burlón el menor sabiendo que al chico de hombros anchos no le gustaba esa comparación.

Vuelves a decir eso y terminaré contigo. -Dijo tranquilamente mientras sacaba el pollo del sartén.

JungKook hizo un gesto de indignación.

No puedes vivir sin mí. -Declaró.

¿Seguro? -El tono sensual que utilizó al decir aquello lo descolocó. —Te recuerdo que yo también tengo un ganado que espera por mí, cariño.

El azabache mayor disfrutó del rostro molesto que puso el otro ante ese hecho, Kook era aún demasiado celoso y posesivo.

Ni siquiera lo pienses. -Se cruzó de brazos y con su lengua empujaba el interior de su mejilla derecha.

El otro sólo pudo reírse a carcajadas, como amaba a ese mocoso llorón. —Mejor arregla la mesa que ya voy a servir.

Refunfuñando hizo lo pedido, los demás bajaron con mucha hambre y al ver el menú, no dudaron en devorarlo todo como una jauría.

JungKook aún estaba enfadado, veía de reojo a su mayor que platicaba amenamente con el líder, y a su lado estaba TaeHyung pegado a él -quizás demasiado pegado- para su gusto, simplemente no se imaginaba una vida sin su Jin-hyung. Era el amor de su vida, el chico que lo cuidó y protegió desde que llegó solo a Seúl a los 13 años. En un principio, pensaba que sólo era admiración por el hyung mayor. Pero conforme pasaron los años, su necesidad de estar cerca de él y ser el que ocasionaba sus sonrisas lo hacía sentir satisfecho. Como si ese era su trabajo, hacer feliz al mayor.

Si tu mirada fueran balas, ya hubieras matado al pobre de Nam-hyung y a TaeTae. -Le susurró JiMin al ver que no despegaba su mirada del trío.

Exageras. -Contestó con simpleza mientras comía con un odio casi imperceptible.

Seguro, amigo. -Rió al ver la molestia en ojos del maknae. — ¡Oh, Jin-hyung! Hoy me encontré a ChanYeol-hyung y te mandó saludos. -Comentó sonriente.

¿En serio? Quizás debería llamarlo. -Comentó pensativamente.

El sonido de un vaso siendo bruscamente posicionado sobre la mesa se escuchó de repente. Todos dirigieron su mirada al menor, que tenía un semblante inexpresivo.

Gracias por la comida. -Dijo con aparente calma y se levantó sin mirar a ninguno.

Los demás se aguantaron la risa, sin duda ver al golden maknae sufrir por los celos era algo digno de atesorar.

↬ᴏɴᴇꜱʜᴏᴛꜱ ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora