♡ ablaze; jeongmi.

La besas y la abrazas fuertemente.

Las dos de la mañana es un momento mágico en el que las cosas ordinarias de repente se sienten mucho más sobrenaturales.

Una vez, Jeongyeon salió a correr a las dos de la mañana; y era como ver un mundo completamente diferente, un mundo donde no existía nadie más que ella y un mundo donde todo estaba en paz, siendo totalmente abrazada en un silencio espeso.

En otra ocasión, hubo una tormenta, y de repente la habitación cómoda y conocida de Jeongyeon parecía oscura, fría y aterradora. (Tuvo que llamar a Jihyo para calmarse porque había confundido su peluche con un pequeño monstruo por un segundo y entró en pánico).

Esta vez, Jeongyeon yace sola en una cama, lo que no ha hecho en un año y dos meses. Mina no está con ella desde que su familia llegó de Estados Unidos y Japón y ella tiene que cuidarlos.

Y están aquí porque Jeongyeon y Mina se van a casar hoy.

En exactamente 14 horas, Jeongyeon y Mina van a contraer matrimonio.

Jeongyeon alcanza su peluche y lo aprieta con fuerza, sosteniéndolo frente a su pecho.

Casada con Myoui Mina.

Jeongyeon susurra las palabras para sí misma, y ​​eso hace que su alma se sienta cálida. Y de repente, extraña a su prometida con todo su corazón, alma y espíritu, y toma su teléfono.

Ella sabe el número de Mina de memoria; después de todo, solían llamarse durante horas por la noche. (No lo harán más porque ahora pueden pasar sus noches durmiendo del brazo. Juntas).

Mina atiende la llamada casi de inmediato.

"Hola, prometida", dice Jeongyeon, en voz baja, con la sonrisa más grande en su rostro.

"Hola, prometida", Mina se ríe. "¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día?"

"Horrible. Te extraño mucho."

"Yo también te extraño. Sé que solo ha pasado un día, pero se siente como mucho más", admite Mina, y Jeongyeon la escucha suspirar.

"¿Yo sé, verdad? Ya olvidé cómo se ve tu cara", Jeongyeon pone mala cara, y Mina se ríe suavemente.

"Ahora está sonriendo", le dice Mina, "y hay una docena de lunares".

"¿Solo una docena? Recuerdo más."

"Sí, mucho más".

"¿Y tu cuerpo? Me he olvidado por completo", sonríe Jeongyeon "Por ejemplo, ¿qué pasa con el dedo anular de tu mano izquierda?"

"Todavía estoy usando el anillo. Siempre lo hago. Me recuerda a ti."

"Me alegro". Jeongyeon mira la suya. "Siento no poder cuidarte esta noche".

"Lo mismo digo, Jeongyeon".

Hay silencio por un momento, y Jeongyeon tiene que reprimir otra sonrisa. "Ve a dormir ahora, Mina" susurra "tenemos un gran día más tarde".

"¡Tú fuiste quien me despertó en primer lugar, Yoo Jeongyeon!", Mina intenta protestar.

"Apuesto a que estabas leyendo hasta ahora...", Jeongyeon piensa en ello "¿Agatha Christie?"

"Arthur Conan Doyle, pero estuvo cerca".

Mina suspira. "Te amo, Jeongyeon", dice ella, "y hasta luego. Duerme bien y deja que Jihyo, Chaeyoung y Nayeon se relajen un poco".

"Yo también te amo, Myoui Mina. Intenta calmar a Sana y Momo, no dejes que te vayan a convencer de algo malo. Ya sabes cómo son".

Otro segundo paso en el que ambos piensan en sus damas de honor, hasta que Mina exhala.