52°

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Cuando Alastor se apareció en medio de la recepción del hotel y dispersó todas aquellas sombras oscuras que rodeaban su cuerpo, Charlie y Vaggie corrieron hacia él para rodearlo. Se habían asustado bastante cuando se marchó sin decir ni una palabra y de esa forma tan brusca y nerviosa. Se preocuparon mucho más al contemplar la expresión estoica del demonio radio, quien sonreía como si estuviera muerto por dentro y algo muy jodido se hubiera roto dentro de su alma. Algo muy malo había ocurrido, Charlie se acercó aún más con muy malos presentimientos en su pecho.

¿Dónde está Angel?

—Se fue con Valentino.

Respondió Alastor inmediatamente sin ningún tono en particular. Las chicas abrieron bien los ojos como si hubieran escuchado la peor noticia y se horrorizaron a la vez. ¡¿Cómo el ciervo podía estar tan calmado ante eso?!

¿QUÉ?

—Y no va a volver.

—¿NO VA A VOLVER?

Exclamaron al mismo tiempo completamente aturdidas y pasmadas. Trataron de sacudir a Alastor para que reaccionara, pero él seguía en ese extraño estado, como si no pudiera procesar lo que estaba pasando. Ellas se pusieron histéricas y siguieron haciendo una infinidad de preguntas a los gritos una tras otra, pero no estaban recibiendo respuestas, ¡¿Qué carajo estaba pasando?! ¡No era tiempo para estar en shock y el ciervo seguía sin reaccionar!

¡¿Qué sucedió!? ¡Alastor, dinos qué pasó!

Gritó Charlie aún más alterada que su pareja, ellas se miraron muy afectadas porque no entendían nada. ¡Todo estaba bien el día anterior! ¿Por qué se marcharía de esa forma y de la nada misma? ¡Y además con su anterior jefe que era claramente un abusador!

Alastor se sostuvo la cabeza con una mano y cerró los ojos bastante harto de recibir todas esas preguntas que vociferaban sin parar. Inhaló y exhaló muy lentamente para tratar de no perder el sentido de la cordura, para no mandar a volar todo a su alrededor, para encontrar al menos medio segundo de paz.

No funcionó.

Tengo que planear como solucionarlo. Pero en este momento...

Abrió sus ojos negros, demoníacos y espectrales, su cuerpo tembló, sucumbiendo ante la gigantesca ira asesina que estaba retumbando cada centímetro de su organismo de demonio. No pudo resistirlo, torció su cuello y una aguda y mortal distorsión se disparó como un relámpago monstruoso, causando que inevitablemente cada cristal, cada botella, cada lámpara... Todo se quebrara en mil pedazos y cualquier cosa hecha de material sensible estallara por la onda de sonido tan espantosa que estaba haciendo temblar la tierra y los cimientos del hotel.

Ante la explosión de los vidrios y cristales y quedándose sin luz por todas las lámparas que se quebraron, Vaggie y Charlie se cubrieron los oídos fuertemente y se arrodillaron en el piso hasta que semejante interferencia se detuviera.

¡DETENTE! ¡VAS A DESTRUIR TODO!

Gritó la rubia con todas sus fuerzas provocando que Alastor agudizara su mirada hacia ella y sus ojos negros se borraran para volver a la normalidad. El ciervo se detuvo ante un mínimo rastro de lucidez y se soltó la cabeza intentando encontrar su centro y no aniquilar todo su alrededor porque ese hotel y las personas de allí no tenían la culpa de nada de lo que estaba pasando.

Sonrió aún más perturbado que antes, esas intenciones de asesinar no se estaban apartando de su cabeza y la escena que se le había presentado frente a él hace minutos se repetía una y otra vez, sacándolo de su centro y de la estabilidad que necesitaba para pensar en frío.

Don't call me angel [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora