Dentro de los Matsuno (Osomatsu-san)

Salvación - • OneShot OsoJyushi • -

Salvación — • ❤️ OneShot OsoJyushi 💛 • —

—Ah... —Solamente podía oír los pájaros volar lejos de donde se encontraba. Su pierna dolía tras estar encerrada en una trampa para osos. Sus ojos ardían de tanto sollozar, sabía que nadie vendría a salvarlo. Temía por su vida, no quería morir.

Pero no podía pensar más. Definitivamente iba morir ahí y solo.

—¿Qué estás haciendo ahí? —Una voz alegre logró sacarlo de sus pensamientos—. Eso debe doler...

—¿Ah? —Sus ojos pararon de llorar tras ver que finalmente alguien había llegado ante su silencioso pedido de auxilio.

—¿No puedes hablar? —Estaba curioso al ver a un ser de espécimen distinta a la suya tendido en el suelo y sangrando.

—Duele —Otra vez tenía ganas de sollozar, pero la vergüenza de verse débil ante el desconocido lo frenaba.

—Una vez caí en una de esas, Choromatsu me regaño durante todo el camino —Ese recuerdo siempre le hacía reír.

Todos los momentos con su dios le hacían reír.

—Hey, ¿p-podrías...? —No quería interrumpirlo, pero el dolor era realmente incómodo, sentir su pierna caliente y con dolor al más mínimo movimiento no le gustaba.

—¡Yo te voy ayudar! Tranquilo~ —Asintió con entusiasmo, arremangando su camiseta lo suficiente para no ensuciarse.

Osomatsu suspiró unos segundos relajándose. Entrecerró sus ojos antes de acercarse con lentitud. Concentrado y utilizando sus poderes demoniacos, logró abrir aquella trampa y al mismo tiempo mover el pie sin hacerle más daño del que tenía. No quería herirlo más.

—Ugh... —Sabía que le estaba ayudando, pero eso no quitaba el hecho del dolor horrible.

—Espera, necesitas sentarte —Sin siquiera pedirle su opinión lo tomó en brazos para recargarlo cerca de la corteza de un árbol cercano a ellos.

—Yo no... —No le gustaba la idea de estar cerca de un demonio. Tenía miedo.

—Los demonios somos buenos curando heridas~ —Le guiñó un ojo tratando de relajarlo. Posó su mano sobre la herida sin poner presión como tal.

Jyushimatsu observó sorprendido al sentir una repentina sensación de calidez recorrer su cuerpo entero. El dolor desaparecía y la herida comenzaba a desaparecer. Finalmente comenzaba a sentirse bien.

—Ya no duele —Mencionó asombrado al darse cuenta que mover su pie ya no dolía como hace unos segundos.

—Soy grandioso, ¿no? —Claro, le gustaba ayudar a los demás y que estos estuviesen agradecidos con su trabajo. Verlos asombrados de su poder era algo gratificante.

—Si... —Asintió aún viendo su pie sin creerlo. Logró ponerse de pie aún sintiendo su pierna temblar un poco.

Era un demonio muy extraño.

—¿Y a dónde te dirigías? —Cuestionó Osomatsu volando alrededor de donde se encontraba su nuevo amigo—. Nunca te había visto por aquí~