Aún me tienes. QLBEPL2 🦋 || WARIAM

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Hola! Solo quería deciros que me perdonéis si hay algún fallito o lo que sea, no he tenido mucho tiempo para revisar el capítulo pero no quería tardar mucho más en subirlo. 

Gracias por leer, que tengáis un feliz martes y no os mojéis mucho con estas lluvias los que estéis en zona de temporal 🌹☔

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En cuanto la función terminó, el público se deshizo en vítores y aplausos. Era graciosísimo ver a los peques con las manos entrelazadas, saludando al público. Sentí una mezcla de ternura y de instinto maternal que intenté frenar y apartar de mi cabeza.

Siempre me habían gustado los niños, no era ningún secreto. Me entretenía hacerles jugar, pensar maneras de entretenerles. Nunca me había planteado la docencia como una opción, quizás porque siempre había tenido otras aspiraciones que lo superaban; pero sin embargo, disfrutaba mucho viendo a los más pequeños aprendiendo y demostrando sus habilidades.

Clara estuvo increíble. Marc no dejó de grabarla con el móvil ni un segundo, y la madre de Ana parecía bastante entretenida, con una sonrisa perpetua en sus labios. De vez en cuando, miré a Mimi disimuladamente. La rubia se reía con las ocurrencias de la función, aplaudía y parecía muy relajada a pesar de tener a Ana tan cerca. Supuse que se estaba centrando en disfrutar de Clara y nada más. Por mi parte, también me divertí mucho. Noté la mano de Ana entrelazada a la mía, acariciándola a ratos y apretándola en otros; eso cuando no sacaba el móvil para echar unas cuantas fotos.

Ahora, con las luces abiertas y el telón cerrándose, tocaba volver al mundo real. Uno que superaba aquella ficción. Uno en el que Ana, Mimi, y yo, estábamos compartiendo espacio y tiempo. Todavía no entendía muy bien qué pintaba Mimi ahí, aunque realmente, pintaba lo mismo que yo. De hecho, Clara tenía muchos más motivos para invitarle a ella, que a mí.

—Me ha encantado —sentenció la madre de Ana, aplaudiendo de pie, incluso cuando la gente ya empezaba a dejar de hacerlo. —¡Qué bien lo ha hecho!

—Te lo dije, te dije que era buena —le insistió Marc.

—Quiero hablar con la profesora y darle las gracias —decidió la mujer. —¿Os ha gustado chicas? —preguntó luego, en general, mirando a su alrededor.

—Muchísimo —habló Mimi. —Si es que mírala, es una estrellita ya.

—¿Verdad? —respondió la madre de Ana, apretándole el brazo con fuerza. —Ay, cariño. Ya verás cuando salga. Estará tan contenta de que hayas venido.

Ana rodó los ojos y yo tragué saliva mirando al suelo. Hacía tiempo que había dejado los celos atrás, pero Mimi era una amenaza siempre presente, incluso en los momentos en los que Ana no podía estar más alejada de ella, mentalmente hablando. Tenía que resignarme, asumir que Mimi siempre se llevaría bien con la familia de Ana, o que por lo menos, lo haría durante un tiempo todavía, hasta que Clara se olvidara un poco de ella.

—Voy a fumar —me dijo Ana en voz baja. —¿Vienes conmigo?

—Claro —asentí yo. Como si tuviera algo mejor que hacer... —¿Estás bien?

—Sí —cabeceó ella. —Pero estaré mejor después de fumar.

Torcí el gesto ante aquella respuesta. Interpreté que la actitud que estaba teniendo Ana, era por la presencia de Mimi.

—Chicas, vamos a hablar con Clara y su profesora —nos indicó Marc, aunque ya lo habíamos escuchado antes. 

—Genial, yo salgo a fumar con Miriam —respondió Ana con rapidez. —Os esperamos fuera.