we were cheap art ; larry stylinson [secuela theory of blue]

Capítulo 1

5 años después

Harry tenía el pelo más largo. Esa era probablemente la diferencia más grande en esos 5 años, eso y que finalmente consiguieron mudarse a un piso más grande. Louis lo observa desde su escritorio, lleva el pelo recogido en un moño y sus cejas se juntan no llegando a coincidir nunca por el entrecejo en una expresión de concentración que hace que Louis sonría con suavidad. Desvía momentáneamente su mirada de él y la lleva al cuadro que está pintando. Un cielo nocturno a medio hacer, un gran acantilado y una figura oscura observando el paisaje.

Ahora es el ceño de Louis el que se frunce pero se pierde en la carcajada que sale de sus labios sin avisar, Harry gira la cabeza y lo mira con los ojos abiertos y sorprendidos.

–¿Qué pasa? –pregunta aún confundido pero mirando a Louis con una expresión suave mientras él simplemente ríe más alto. Las comisuras de Harry por un momento vacilan, intentan moverse hacia arriba y abrir sus labios en una carcajada pero carraspea, alza una ceja y espera a que la risa de Louis cese.

–La figura oscura –logra decir con cierta falta de aire, la mano en el abdomen y un punzante y ligero dolor en él. Harry le dedica una mirada a su cuadro y al no encontrar respuesta, mira de nuevo a su marido. – parece un espíritu –responde finalmente, sus siguientes palabras se pierden una nueva carcajada que logra que contagiar a Harry y pronto el espacio se llena de sus risas. Harry termina en una sonrisa suave y feliz, la mirada atrapada en un Louis que sigue retorciéndose en sus carcajadas detrás de su escritorio y el portátil abierto.

Harry niega con la cabeza sin eliminar la sonrisa y piensa por no sabe qué vez en esos 5 años, en aquell séptima cita. Eran solo dos chicos jóvenes con una idea romantizada de lo que era ser artista, alguna botella de vino, poemas dramatizados que parecían ahogarse en esa intensidad buscada y ganas de enamorarse como si fuese a ser la última vez. 5 años después, han descubierto que ser artista es ser un trabajador y que no vives en un ático en París, han cambiado el vino por tazas de té por insistencia de Louis, los poemas ahora se ahogan en honestidad y las ganas de enamorarse se traducen en esa cama permanentemente desordenada.

Al ampliar la sonrisa ante esos pensamientos, se escapa un poco de aire de entre sus labios como en un suspiro y mira de nuevo a Louis antes de dejar el pincel a un lado y girarse para quedar completamente de cara a él aún sentado en su taburete.

–¿Piensas leerme algún poema? –pregunta cuando la risa de Louis ha cesado. Se refiere al poemario que Louis lleva escribiendo más o menos desde hace un mes, su quinto poemario.

Louis toma una gran bocanada de aire llenando sus mejillas, lleva su mirada hasta la pantalla, se escucha el sonido de una tecla insistentemente durante unos segundos y al mismo tiempo en el que su dedo deja de pulsar, expulsa el aire. Mira a Harry comprobando que le está escuchando y vuelve a la pantalla.

– Ha pasado tiempo demasiado tiempo desde que está aquí, han pasado millones de días,

de meses, de años. Ha pasado demasiado tiempo desde que está aquí y no se ha ido. –traga saliva, una nueva respiración y continúa– Ha pasado tanto tiempo hasta llegar a ser demasiado que me he acostumbrado, ya sé a qué huele su colonia, ya sé qué escena va a querer volver a ver de esa película, ya sé cuánto espacio de silencio dejar y cuándo ensordecerlo con ruido, ya sé qué canción poner en el coche. –oye la risa leve de Harry y sonríe del mismo modo– Ha pasado tanto tiempo que he dejado de mirar hacia las salidas de emergencia para saber si puedo huir, ha pasado tanto tiempo que he dejado de querer con ese sentimiento concreto de pánico, tanto tiempo que le quiero con todas las consecuencias. Y no es Julieta. Es otro Romeo y parece que aquí nadie morirá, que yo no bebería ese veneno por él ni él por mi.