O2

6.9K 822 118
                                        


    El día anterior había invitado a JungKook a su presentación de baile, no sería un evento grande ni nada por el estilo como otras ocasiones, pero dentro suyo, deseaba que él estuviera allí para verlo.

     Siendo que el último tiempo notó al Alfa muy apagado, sus sonrisas no llegaban a sus grandes y expresivos ojos. Aunque sólo podía imaginar como sería ver a JungKook sonreír de forma radiante, sin preocupaciones y sin sufrimiento aquejando su dulce corazón.

     El Alfa menor le agradaba mucho, un hecho notable hasta este punto. Con él podía tener ese tipo de vínculo que no había logrado con nadie más, como si se complementarán a la perfección, cosa singular al tratarse de dos Alfas.

    En general, los Alfas no solían buscar amistad con otros de su clase, eran pocas las amistades que funcionaban porque un Alfa siempre buscaba ser controlador con su entorno, su territorio en si. Tratándose de que JiMin es un Alfa puro, nunca fue capaz de entablar una amistad duradera con ningún otro Alfa hasta Jeon JungKook.

    Quizás solo estaba dándole muchas vueltas a algo que resultaba en algo de lo más banal, porque JiMin era una persona de piel y tenía muchos amigos que consideraba importantes en su vida.

     Sin embargo, era inevitable no darle vueltas cuando con él todo era tan... distinto. Cada que sentía su corazón palpitar dentro de su pecho y a su Lobo volverse extrañamente loco por el otro, arañar en su pecho cuando veía aquella mirada triste en sus ojos, con el deseo de solo hacerle feliz. Sensaciones en las que prefería no indagar más a fondo, porque le asustaba la respuesta a la que podría llegar.

— ¿En que tanto piensas JiMin? —la voz de su mejor amigo lo sobresalto, haciendo que en un acto reflejo dejará caer la brocha con la que se encontraba aplicando un poco de highlighter a sus pómulos.

— ¡TaeHyung! te dije que tenías que avisar cuando llegaras —se levantó de la silla para dejar todo acomodado en su lugar y fulminar con la mirada al castaño.

— No es problema mío que estés tan perdido pensando en ese chico misterioso con el que últimamente pasas más tiempo que conmigo —el Beta cruzó sus brazos frente a su pecho a fin de demostrar su desaprobación, dejando a relucir un adorable puchero en sus labios — Además, ¡ni siquiera me haz dicho su nombre! te la pasas todo el día alagando su belleza y cualidades, por lo que intuyó que debe ser demasiado buen Omega como para llamar así tu atención.

     JiMin aclaro su garganta y el sonrojo viajó a sus mejillas ante la mención de su menor como un Omega. Aunque en cierta manera no pudiera negar que si tan solo él fuera un Beta u Omega, sería sin duda su tipo ideal. Efectivamente, se la pasaba recalcando lo hermoso que él es y lo perdido que se sentía cada que veía esos grandes ojos negros.

    No obstante, se trataba solo de su nuevo —y único— amigo Alfa, con el que había encontrado una conexión y al que intentaba ayudar a superar la pérdida de su Omega, nada más que eso.

— Vas a conocerlo hoy, así que ya basta de tus celos irracionales Kim —una sonrisa coqueta fue dirigida a su mejor amigo, quien golpeó su hombro juguetonamente en respuesta.

— ¿Qué estás insinuando? ni que estuvieras tan bueno Park —las risas no se hicieron esperar y cuando cesaron, ambos compartieron una sonrisa. — En fin, solo venía a desearte suerte y que no estés nervioso.

    Sus brazos rodearon su cuello sin aviso y se sumieron en un cálido abrazo que acabó rápido, puesto que no faltaba mucho para que dieran comienzo a su presentación de baile.

— Te lo agradezco, TaeTae —pero él no estaba nervioso por la presentación, todos sus nervios se debían a que sería la primera vez que JungKook lo vería bailar y eso significaría mucho para él.

Cafuné | JiKookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora