CHAPTER TWO
Oberyn debía admitir lo frustrado que se sentía al no poder conseguir aquél regalo para su adorada Helaena de ya seis días de su nombre. Había crecido para volverse la luz de sus ojos, era una sensación tan extraña la que sentía por la cría que salió de su hermana y del príncipe de plata, le hacía sentirse en total calma. Su presencia apaciguaba los rencores de su alma, la ferocidad de su espíritu y la sed de venganza que podía ser cegadora.
Ya había pasado un buen tiempo desde el saqueo de King 's Landing. Robert Baratheon se sentaba en el Trono de Hierro, con una corona sobre su cabeza y llenando su estómago de comida, torneos, cerveza y fornicando con cualquier mujer que consiguiera satisfacer aquellos placeres que su esposa "amada" no satisfacía.
Oberyn había sentido su sangre hervir cuando se enteró de la posición de aquél bueno para nada, y sobre todo, de las intenciones de los leones que ahora tenían tanto poder en la corona. Le pareció una obra macabra de los jodidos Dioses, pero ni cuando estuvo en la Ciudadela creyó en ellos, ahora mismo, no les tenía ni un poco de fe.
Su sobrina Helaena fue creada para ser la luz en medio de tanto caos y maldad. Cuando llegó a él con dos días de su nombre, sin saber cuán cruel el mundo era y todo lo que le esperaba al crecer, entendió que debía protegerla de quién fuera. De cualquier imbécil que tuviera el atrevimiento de intentar tocar un pelo de su precioso y fino cabello azabache. Reía, leía en voz alta, aprendió a andar en caballo, utilizaba una pequeña navaja que movía de acá para allá mientras pretendía ser una guerrera que protegía a sus dos hermanos menores. Era una alma inocente, sin preocupaciones, sin temor, sin la certeza de que allí afuera esperaban por ella un sinfín de enemigos que buscaban su destrucción.
Desde el día en que la escuchó reírse por su causa, emprendió esa búsqueda insaciable e imposible. Huevos de dragón. Los necesitaba de inmediato, asegurar la vida de sus dragones con sangre de serpientes.
Movería cielo, mar, tierra y el mismísimo infierno con tal de conseguir tres condenados huevos de dragón que ellos harían eclosionar y pronto, ascenderían a los cielos para hacerlos sentir en total plenitud.
─¿Cómo puede ser tan difícil encontrar tres jodidas piedras que alberga tres dragones dentro? ─preguntó, y su amante, Lady Ellaria de la Arena, soltó una corta risa tras comprender la ironía en su pregunta. Ya habían buscado por todos los lugares que se le vinieron en mente al príncipe, desde la Vieja Valyria, hasta las Ciudades Libres. Cada rincón de la Bahía de Esclavos. Pero no había nada. Ni siquiera un susurro sobre su posible paradero. Era un verdadero dolor de cabeza.
─Debes considerar que tal vez sea un poco imposible conseguir huevos de dragón después de tantos años ─musitó Ellaria, tendiendo una copa de vino hacia él. Oberyn soltó una corta risa y negó con su cabeza.
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reign of fire. game of thrones.
Fanfiction❝ El dragón tiene tres cabezas y sangre de serpiente corriendo por sus venas ❞ portada realizada por: @-vaalkirya historia original. Jules 2022 ©