Amor al otro lado del charco (narrado por Alemania)

Capitulo IX

No sabía ni cómo sentirme, me sentñia mal, porque no había sido aceptado por ella, pero me sentí bien, porque no me había rechazado (o por lo menos no aún) asi que definitivamente me sentía algo deprimido al pensar en mi futuro, podía ser el rechazo de parte de todos, o podía ser vivir feliz como un país normal, que nadie piense en mi oscuro pasado. Me deprimí. Al cabo de un rato, alguien tocó la puerta y fui a abrir, era Rusia.

Rusia: hallo, mein freund! (hola, mi amigo!)

Yo: Rusia, ya te he dicho que no es necesario que me hables en alemán para que yo te entienda...

Rusia: oh, perdón, es que ultimamente no me has estado prestando tanta atención, y pienso que no me puedes entender. Dime, ¿cómo te fue en Europa con ella?

Yo: Bien, bien, de maravilla

Rusia: no te creo. Te veo algo decaído, los colores de tu bandera están en escala de grises, dime, ¿te rechazó?

Me miré las manos y vi que estaban algo grises, al parecer la depresión me quitó los colores de la bandera. No reaccioné, eso ya había sucedido antes, muchas veces, cuando me sentía mal y simplemente no podía con el peso de la vida, lograba notar que los colores de mi bandera se volvían grises si vida, sin emociones, sin color. Me sentí algo mal, ya sentía que le había dicho bastantes mentiras a Rusia.

Yo: bueno, mira, lo que sucedió fue que la llevé al mejor lugar que pude en Berlín, y me le declaré. Se puso roja, empezó a llegar la gente y le dio pena, y simplemente dijo que no estaba segura

Rusia: antes que nada, déjame aclararte algo, y es que si te llega a decir que no, en verdad es una estúpida

Yo: ¡oye! ¡no le digas estúpida!

Rusia: perdona mis palabras, pero te aseguro que de verdad si en serio te esforzaste tanto por ella, significa que de verdad la quieres, y más si la llevaste al lugar más hermoso de Berlín, entonces si ella te rechaza no sólo es estúpida, sino desaprovechada

Yo: ¿e-enserio?

Rusia: te lo dice tu amigo de confianza, no te miento, si te esfuerzas por ella, ella se lo pierde.

Me hizo sentirme mejor, mis colores regresaron, y me sentí mas alegre que antes.

Rusia: bueno, ¿qué tal si jugamos un rato para mejorarnos? A parte, hay que festejar que te declaraste, a pesar de tener miedo al rechazo, eres valiente, amigo mío

Jugamos durante un rato, la pasamos bien, y al rato, se fue Rusia, ya era algo tarde para que él se fuera, supongo que México lo regañó por tardarse tanto, pero me alegró que él me hubiese dedicado tiempo.
Al cabo de un rato, me estaba poniendo la pijama, me puse una camisa de tella grande y preferí no llevar pantalón, quería dormir cómodo después de ese día tan pesado.
Alguien tocó la puerta cuando ya me estaba dirigiendo a mi cuarto a dormirme, pensé que era correo o tal vez Canadá a matarme, podía ser ONU advirtiendome que estaba siendo buscado o algo así, pero en realidad era...

Yo: V-Venezuela, em... yo... no esperaba que vinieras

Me escondí tras la pared, estaba algo incomodado porque no quería que alguien me viera así, especialmente Venezuela.

Venezuela: em... s-si, eh... y-yo... q-quería respond-derte, em...

En ese instante vi que a Venezuela la jalaban fuertemente hacia atrás, vi que algo le sucedió.

Yo: ¿estás bien?

Me asomé para ayudarla.

Venezuela: no lo sé, algo acaba de cortarme la espalda

Yo: déjame ver

Me acerqué lenta y cuidadosamente a la herida. Por suerte, no era tan profunda, o al menos no que yo pudiera ver, la carencia de luz no me dejaba ver detalladamente, la verdad, ni siquiera sabía con exactitud qué había provocado la cortadura, si una simple rama o algun loco que anda suelto por la noche, y la verdad, me preocupaba pensar en que fuera la segunda, debido a que hay gente que no necesariamente por ser loca no es inteligente, y hay muchos puntos débiles en la espalda, entre ellos, la columna es la mas peligrosa, ahí es donde se encuentra gran parte del sistema nervioso, y acabar con una sola vértebra puede acabar con la funcionalidad de medio cuerpo de una persona, o incluso pueden acabar en la muerte. Intentaba ser lo más cuidadoso y delicado posible, no quería lastimarla o causarle más daño, empecé a notar que sus pulsaciones aumentaban, y me preocupé.

Yo: ¿estás bien? Tus pulsaciones se aceleraron

Venezuela: b-bueno, y-y-yo...

Fin del Capítulo IX
Espero les haya gustado, si tienen alguna sugerencia, comentenla aquí, y si quieren apoyarme, dejen su voto, lo agradecería mucho nwn
Ps: discúlpenme si este capítulo quedó más corto de lo normal, lo siento, de verdad, y tal vez fue mucha espera para nada, pero es que simplemente no tengo muchas ideas.