A pesar del revuelo que habían causado los hermanos de Sakura, los días que le siguieron a ese fueron bastante tranquilos, en especial luego de la fiesta de bienvenida que organizó el grupo para ellos el día anterior, al ser una persona que dedico una gran parte de su vida entrenando, Laevatein genuinamente no sabía qué hacer con sus días libres.
En un principio planeo pasar todo el tiempo posible con su hermana, pero luego de los papales que solicito con ayuda de Feh, se había evocado a hacer todo lo posible para que los soldados de Múspell tuvieran una paga mucho más justa, en especial luego de algunas cosas de las que se entero gracias a Helbindi y Menja.
Estaba consciente de que si le hubiera pedido a Laegjarn que pasara tiempo con ella, Laegjarn no hubiera dudado en dejar todo de lado para estar con ella, pero Laevatein no quería apartarla de su trabajo, en especial porque estaba segura que su hermana era capaz de incluso pasar noches en vela con tal de arreglar ese asunto a la brevedad y Laevatein, no iba a permitir que su hermana se desgastara de esa forma por su culpa.
Laevatein siguió vagando por los pasillos que daban al jardín tratando de encontrar que hacer, por ordenes de Phyria la sala de entrenamiento se encontraba cerrada, al parecer la decisión de dejarla bajo llave fue por un problema en el pasado que hubo con una práctica de Héctor, por lo que ignorar las ordenes para fortalecer su técnica, estaba fuera de sus planes.
Pensó en tratar de jugar con alguien, pero ella ya no era una niña y sumado a eso, nunca había sido buena haciendo amigos, regularmente la gente cuando la miraba la evitaba e incluso los guardias de Askr parecían algo temerosos de tratar directamente con ella... realmente... estaba preguntándose seriamente si podría encajar bien en este lugar...
-Muchas gracias por todo princesa Verónica-escucho de repente la voz de un guardia que sonaba alegre.
Laevatein se acerco hacia donde escucho la voz y pronto vio una escena que le llamó mucho la atención antes de esconderse tras una columna, la princesa Verónica de la orden sin dudas llamó mucho su atención desde que comenzó a tratar con ella, aquella chica era muy diferente a su versión de este mundo que, parecía que lo único que compartían era la apariencia física.
La Verónica de la orden a pesar de tener un rostro tan inexpresivo como la de Embla o ella, era muchísimo más sociable que las dos juntas, los guardias la saludaban con una gran amabilidad que no era por su titulo, sino porque genuinamente les agradaba su presencia.
Verónica también estaba casi siempre al frente cuando se organizaban algunos eventos o actividades en el castillo, sin contar que parecía que todos los héroes la veían no solo como una gran amiga, sino también como alguien bastante simpática... ¿Cómo alguien tan inexpresiva como ella, había logrado todo eso?...
-No hay problema, además alguien tiene que encargarse de quitar el mito de que las curanderas somos débiles-dijo Verónica sin perder su expresión neutra.
-Bueno, nosotros siempre hemos creído que usted es una persona muy fuerte-dijo el guardia con una sonrisa alegre.
-Aun me falta mucho, pero que ustedes lo crean me hace sentirme honrada-continuo Verónica en tono tranquilo.
-Y nosotros estamos más que honrados de recibir siempre su apoyo-dijo el guardia en tono sincero-Bueno princesa Verónica me retiro, debo moverme rápido si quiero llegar a tiempo a casa para cenar-dijo el guardia en tono amable antes de despedirse.
-Buen viaje, le manda saludos de mi parte a su esposa y a su hijo-dijo Verónica en tono amable y chocando puños con el guardia a manera de despedida.
-Descuide lo hare-dijo el guardia con una gran sonrisa mientras se retiraba luego de responder el gesto de Verónica, cuando el guardia estaba lo bastante lejos, Verónica volvió a hablar.
-Sabes, no es muy educado espiar las conversaciones de otras personas-dijo Verónica mirando una de las columnas del patio del casillo, de donde salió una sorprendida Laevatein.
-¿Cómo supiste que estaba ahí?-preguntó Laevatein muy sorprendida.
-No sabía que eras tú Laevatein, pero me dio la impresión de que alguien estaba cerca, así que decidí ver si era cierto-dijo Verónica en tono tranquilo.
-Entonces... no sabias si realmente había alguien-dijo Laevatein algo confundida.
-Así es, por eso espere hasta que Tomas se fuera, al menos si me equivocaba no pasaría vergüenzas-dijo Verónica en un tono tan neutral que Laevatein no supo cómo interpretarlo-Y bueno, ¿Necesitas algo o tratas de meterte en el club de los chismes de Est, Lene y Lissa?-preguntó curiosa Verónica.
-N-no es eso-dijo Laevatein un poco avergonzada-Quería preguntarte... ¿Cómo puedes hacer eso?-dijo Laevatein tratando de sonar segura.
-Si te preguntas como puedo ser así de linda, es porque nací así-dijo Verónica con una leve sonrisa que, solo se ensancho un poco más al ver el rostro desorientado de Laevatein.
-Me refiero a hablar con la gente-respondió Laevatein luego de que logro acomodar bien sus ideas.
-Oh eso-dijo Verónica en tono tranquilo-Phyria me dijo que saludando y diciendo por favor y gracias, podría ayudarme a ser más comunicativa con los demás, y hasta la fecha no me ha fallado-dijo Verónica en tono orgulloso.
-No creo que eso funcione para mí...-dijo Laevatein un poco desanimada, al parecer esas cosas solo funcionaban con gente que tenía carisma natural como Verónica...
-No te desanimes, si quieres puedo ayudarte a ser más comunicativa con los demás-dijo Verónica en tono tranquilo.
-¿Estas seguras de que puedes ayudarme?-preguntó Laevatein algo insegura.
-Claro, si yo pude entonces tú podrás lograrlo en poco tiempo-dijo Verónica con cierto entusiasmo.
-No creo que hayas sido un caso perdido como yo en primer lugar-dijo Laevatein con los hombros algo caídos.
-Primera lección pequeño saltamontes: "No dudes de las palabras de tu sensei"-dijo Verónica tratando de imitar el tono solemne de L'Arachel.
-¿Pequeño... saltamontes?-preguntó muy confundida Laevatein.
-Las cosas importantes en esta vida no te las dan en bandeja de plata, al menos que seas Bob Esponja, así que si quieres alcanzar esa meta, tendrás que esforzarte-dijo Verónica manteniendo su tono solemne.
Laevatein no había entendido del todo las palabras de Verónica, pero estaba claro que creía que si se esforzaba, lograría su objetivo de ser más amigable para los demás.
-Por mi honor de princesa de Múspell, juro que seguiré sus instrucciones sin rechistar, princesa Verónica-dijo Laevatein en tono firme y seguro, arrodillándose como lo haría un caballero ante su rey.
-Puedes llamarme Verónica-Sensei pequeño saltamontes, y si estas libre podemos comenzar inmediatamente tu entrenamiento-dijo Verónica con cierto tono digno.
-Entonces estoy dispuesta a trabajar muy duro, le aseguro que no la defraudare Verónica-Sensei-dijo Laevatein con una gran convicción en su mirada.
Se esforzaría para, no solo ser una gran conversadora que le permitiera hacer amigos, sino también para ayudar a su hermana en aquellos eventos sociales donde, necesitaba una persona elocuente y no una guerrera.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes
PertualanganSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los principes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...