Isabella
Me despierto en la mañana y con mala gana me levanto de mi cama. Hoy tengo que ver al policía ese en la Estatua de la Libertad. Por primera vez en toda mi vida me han descubierto, claro que como es un estúpido policía no me lleva presa aunque eso no es tan malo. Si no me equivoco se llama James Baroni.
Me dijo que nos viéramos en la Estatua de la Libertad a las 9 am. Son las 7:30 así que tengo tiempo de ducharme y arreglarme. Me pongo mis pantalones de cuero negro y una camisa roja con mis botas de trabajo. Dijo que no me vistiera como de trabajo ya que sería raro. La verdad no le veo la gran cosa pero él solo se entenderá. Me maquillo un poco con base, polvo, rímel, pintura de labios color rosado, delineador y me pongo el pelo un poco rizado. Cojo mis llaves y me voy a un café para desayunar, tengo tiempo, apenas son las 8:15 y comeré rápido. Nunca como en casa, no es que no sepa cocinar porque antes trabajaba en un restaurante, es que nunca tengo tiempo para hacer las compras cotidianas. Además, con el dinero que gano robando o vendiendo las cosas que consigo puedo comprar mis 3 comidas del día fuera de casa. No soy rica, si lo dijera estaría mintiendo pero con todas las cosas que he robado puedo satisfacerme en muchas cosas.
James
Despierto a las 7 am con la intención de arreglarme lo mejor posible para tener a esa chica. Le dije que no se vistiera como acostumbra para ir al trabajo, al contrario, le dije que se pusiera como si fuéramos dos personas normales que visitan un monumento de su ciudad natal.
Hoy es el día, ya verán que para cuando anochezca tendré a esa chica besando el suelo que piso, después la llevaré a mi apartamento y haremos cosas que jamás olvidara, le daré el mejor sexo de su vida. Ese ha sido mi plan con todas las chicas que he conocido desde que tengo 16 años. Ahora con 26 años es más fácil y no tengo que estar pendiente de que sus padres me descubran ya que no me meto con menores de edad. Soy policía y debo cuidarme. Además es más excitante cuando las veinteañeras me comen con la mirada cada vez que me ven. Pero con esta chica es diferente, lo peor es que es la misma por la que casi me llevo el semáforo por delante ayer en la mañana.
Perdido en mis pensamientos apenas y puedo prepararme un sándwich, me arreglo con una camisa de cuadros con botones y unos pantalones un poco desgastados y ajustados para que se vea mi cuerpo. Soy muy presumido, es uno de mis defectos pero esta chica vale la pena.
Isabella
Llego exactamente a las 9 am a nuestro punto de encuentro y como me lo esperaba, llegó tarde. Me quedé esperándolo media hora.
-Llegas tarde-le reclamé. Se me queda mirando mi cuerpo unos segundos-oye, mi cara está aquí-le digo señalando mi rostro, estaba viéndome de arriba hacia abajo, aunque principalmente mis piernas.
-Yo dije a las 9, nunca especifiqué los minutos-dijo viéndome a los ojos riéndose-y ¿De verdad crees que te voy a estar mirando tu cuerpo? Hay mejores
-¿Admites que estoy buena?-pregunto pícara para que responda con la verdad, ayer estaba mirándome a cada rato
-Admito que conozco chicas con mejores cuerpos que el tuyo
-Cerdo
-Tonta
-No pensaste lo mismo cuando casi te comes el semáforo ayer
-Eso fue una vez, además, caminabas tan lento que cualquiera diría que eras una chica que quería ser Miss pero no pudo por falta de proporciones
ESTÁS LEYENDO
Policías y Ladrones
Teen FictionIsabella es una joven hermosa de gran corazón, y también es una ladrona profesional. Para sus amigos es Isabella pero como ladrona se hace llamar "La nena pistolera", nombre puesto por la policía. ¿Cómo lo hace? Se hace pasar por Guía turística y le...