I'M F*CKING CRAZY - ChanBaek

I

Es tan interesante ver como intenta luchar por su vida, como intenta apartar mi cuerpo aunque no me mueva ningún centímetro mientras llora de miedo haciendo que mi sonrisa se haga más satisfactoria, vamos llora, sacia mi sed de sangre, grita, harás que con más ganas juegue con tú cuerpo. No sirve de nada lo que haces solo haces que con más ganas quiera quitarte la vida poco a poco esta noche, en este lugar abandonado a aire libre, una pena que apareciera en el lugar equivocado, eras hermoso.

Le dediqué una sonrisa retorcida antes de enterrar ese cuchillo en su caja torácica específicamente donde se encontraba su corazón, observé como la vida se iba de sus ojos como se ahogaba con su propia sangre como su respiración iba fallando a la par sentia como el agarre en mi ropa se iba haciendo débil hasta que sus manos cayeron en el pasto. Me levanté del suelo mientras quitaba sin cuidado alguno el arma con filo del cuerpo sin vida y con un pañuelo comenzaba a limpiar esta misma hasta meterlo dentro de su abrigo. -Que aburrido- dije para luego patear el cuerpo sin vida y empujarlo hacia el canal de ahí con el pie, vi como este cayo, poco a poco comenzó a hundirse hasta que desapareció por completo.

Observe mis manos una risa corta de hizo presente al ver la sangre para luego pasar a una retorcida y desquiciada, era la mejor sensación de todas el saber que una vida fue quitada por sus manos, le daba vida jugar un poco con la vida de otros y arrebatarla así de fácil. Metió sus manos dentro del abrigo para comenzar a caminar hacia donde si había gente, donde no tenían idea que estaba un cuerpo sin vida a pocos pies de ellos, una pena, le hubiera encantado ver sus reacciones de miedo que lo alimentaba y le daba placer ese miedo.

Mientras pasaba por la multitud, nadie podría imaginar que camina al lado se un ser como yo, donde sin miedo podía matar a alguien ahí mismo pero ya había hecho su hazaña de la noche por lo que estaba relativamente tranquilo y satisfecho, se adentró en un edificio blanco y saludó al recepcionista con la cabeza mientras caminaba hacia esas escaleras viejas e oxidadas, comenzó a subir a paso lento hasta el quinto piso el cual era el más alto de ese asqueroso lugar. Al llegar saco sus llaves con cuidado de no mostrar sus manos y las introdujo en el departamento 510 abriendo la puerta vieja, entro cerrando con su piel, quería ver desde dentro como su otro yo reaccionaba al encontrarlo de esa forma por lo que se tiró en el sillón y dejo el cuchillo en el piso con el paño apropósito antes de caer a dormir y no volver a aprecer en algunas semanas más.