Mini relatos.

Él

Aquí estamos, tú y yo, solos en el salón estas concentrado haciendo lo que sea, porque no entiendo tu letra, cada X tiempo nos miramos y sonreímos. Giro la cabeza y me quedo mirando a través de la ventana los arboles pelados, pálidos y solos, entonces me doy cuenta de que no me quiero quedar solo, como el arbol, sabía que quería estar con alguien tenia que ser ahora y rápido, porque si no acabaría como el arbol, solo y viejo, y eso nadie lo quiere, bueno excepto la loca de mi hermana que dice que se esta bien sola, miente, ella en el fondo quiere tener pareja, todo el mundo quiere.

- ¿Qué haces ? Quieres ponerte a hacer el trabajo, que a este paso no acabamos.

-¿Eh?, si si, perdón, es que me había desconcentrado.

- Bueno, pues no te desconcentres, que tenemos que entregar el trabajo mañana y no tenemos nada, así que venga.

-Vale.

Cuando nos pusimos, nos pusimos en serio ha hacer el trabajo, y cuando acabamos ya era muy tarde, sobre las 9:30 o por ahí, le dije que si quería quedarse a cenar, que tenia comida de sobra para dos, él aceptó, bien.

- ¿Qué quieres para cenar ?

-¿Qué tienes ?

-Pues mira, tengo sopa, pescado, pasta...

-PASTA - Me interrumpió

-Vale...-Reí

Él puso la mesa, nos sentamos y nos pusimos a cenar y mientras tanto intentábamos sacar temas de conversación, para que no hubiese un silencio tan tajante, primero lo intentamos con el trabajo, quejándonos y esas cosas, después hablamos sobre lo bueno que estaba la pasta y lo bueno que estaba la carbonara, era de sobre. Pero ningún tema sobrevivió, por lo que fue un poco incómodo cenar, aunque yo suelo cenar en silencio, pero no es lo mismo, en este caso.

Después, nos sentamos los dos en el sofá, estábamos llenos, se notaba en su cara, le ofrecí un té o algo así, para que se le pasase la pesadez, aceptó. Cuando lo estaba haciendo entró en la cocina, se subió a la encimera, y me preguntó.

-¿Eres gay?

-¿Por qué lo preguntas ?

-Curiosidad...

-Ah...pues sí

-Perfecto - Sonrió.