Vacío © #2 [✔] Editando

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Eleanor

*Flashback*

—¿Estás loca? ¿Como qué el divorcio?

—¿Quieres el divorcio para ir de puta? O ¿para ir con Mikhail? Después de todo sabía que ibas a salir con eso... eres una maldita cualquiera.

—No te daré ningun divorcio... ¿sabes por qué?

—Por qué eres mía, y nadie, mucho menos Mikail te podrá quitar de mi lado.

—Ya verás, querida esposa puta.

Se acerca a mi con una correa en mano.

—Ahora sentirás lo que es el verdadero dolor.

Despierto agitada, llorando y sudando gracias a la horrible pesadilla que tuve.

Desde que me fui del país he estado teniendo estas pesadillas, unas tras otras. No he podido dormir bien, siempre que cierro los ojos aparecen Clark y Andrea frente a mi haciéndome daño.

Creo que tendré que asistir a un psicólogo por los daños que me han hecho.

Cuando perdí a mi bebé fue lo peor que me pudo haber pasado.

Estuve meses y meses desolada, la pasaba llorando en mi habitación hasta miedo a salir de la casa tenía, pero poco a poco he ido superándolo.

Me llevo la mano al pecho y mi corazón palpita muy rápido como si quisiera salir de mi pecho.

Decido levantarme de la cama y salir a la cocina por un vaso de agua.

Me siento en el taburete y me llevo mis manos y mi cabeza.

—¿Pesadillas otra vez? —pregunta Mikail detrás de mi.

—Si— me giro en dirección a él para verlo a la cara, pero este me mira sorprendido.

—¿Llorando? ¿Otra vez?— se acerca a mi y me abraza— Ya linda, no llores, ni él ni ella están aquí y no te harán más daño mientras yo esté contigo.

Me aferro más a él y le susurro un gracias.

—Y dime ¿Has pensado en los tramites del divorcio?

—Si, y he investigado sobre si es obligatorio ir a Alemania para eso... y si lo es.

—Yo iré contigo, no tengas miedo —me deposita un beso en la frente.

—Gracias, gracias por todo —digo aún abrazándolo.

—No es nada, por y para ti lo que sea, lo sabes —Se separa de mi y camina hacía el refrigerador y coge una manzana.

Lo observo atenta a todos sus movimientos.

Él me mira confundido y yo le sonrío.

—Debes irte a dormir, o sino despertarás muy tarde mañana, Eleanor —me dice poniéndose a mi lado.

Yo camino con el detrás de mi, para que este se pare en la puerta de mi habitación.

—Buenas noches, preciosa —dice sonriente y se va camino a la de él.

Cierro la puerta con el corazón a mil y con una sonrisa en la cara.

Me acuesto y trato de dormir.

(.....)

Tras media hora de dar vueltas y vueltas en la cama no he podido dormir.

Así que decido levantarme e ir al cuarto de Mikail.

Abro la puerta de forma lenta y sin hacer mucho ruido.

—¿Mikail? —digo en un susurro.

—¿Hum?