Caminó lentamente pisando la hierba marrón, mirando a través de las hebras de cabello azabache sobre sus ojos. Uno reluciente con brillo carmesí sobrenatural, acechante a cualquier movimiento. Sea cual sea la intención, entre aves en pleno vuelo alzando sus alas al viento o los insectos postrados sobre los tallos altos. Zumbando en presencia.
No había mucha actividad a sus alrededores, un par de ninjas resguardados permanecían en sus posiciones tras grandes dimensiones de rocas, en busca de cualquier individuo o indicios de algún acto sospechoso que amerite intervención. Tan silentes, el juego de kunais estaban en las manos de aquellos hombres, notó que alguien hacía falta entre ellos.
Sin embargo, su objetivo se localizaba en la cueva con nula iluminación. Incluso, podía escucharse el lamento del viento al lamer los bordes de roca. El Sonido aún conservaba un aspecto lúgubre a pesar del par de décadas que transcurrió el tiempo, un aspecto sombrío. A diferencia de otras aldeas pequeñas, tenían toques de color, otorgando la sensación de calidez. En cambio, los colores fríos y violetas fueron adoptados hasta estos días. Por lo general casi nunca habían voces, tan solitario; el siseo de las serpientes acompañaron a la noche, por la presencia nueva en busca del amo de los reptiles.
Sasuke prosiguió sin inmutarse ante la mirada de los otros guardias en sus posiciones en defensa, alertas por cualquier disturbio. Era como transportarse años atrás cuando decidió abandonar a Konoha en busca de poder por el hermano que vivió engañado. Los primeros metros del pasillo eran los mismos de roca sólida, ocasionalmente la luz de la llama débil de una vela. Los otros, por su parte, era ver la evolución de colores fríos: cientos de losas azules imitando las escamas de serpientes, podría pensar que el trayecto anterior era una muda de piel. Al igual que el exterior, el silencio lo recibió con calma (si no se hacía caso omiso al zumbido de las luces artificiales y el de las máquinas tras las paredes brillantes).
No habían voces, ni siquiera murmurando. O risas como estaba acostumbrado en el pasado; se encontró en el medio sin saber a dónde dirigirse. O eso creyó.
—Tenemos motivos suficientes para desconfiar de ti —argumentó una voz ya conocida, pero no perteneciente a quien estaba buscando—. Y no abandonaré mi posición hasta saberlo, Orochimaru. Tú eres, además de tu asistente, los únicos sospechosos —al final, declaró rígidamente. Casi exhausto de no obtener las respuestas que deseó tener.
—Qué sorpresa, Sasuke —dijo la voz áspera en sus espaldas, con un eco gracias al vacío de la habitación—, no esperábamos tu visita a esta hora, ¿acaso estás buscándome de nuevo en tu antigua casa? —añadió con ironía, sonriendo del mismo modo.
Al voltear, vislumbró al otro hombre. Esta vez con el cabello suelto y algo desordenado, sin molestarse en atarlo y recogerlo en una coleta baja. Casi recordando a su primera impresión de Orochimaru en el Bosque de la Muerte y su aterradora aura. Ahora, casi como un civil común y, aún así, sabía que no debería confiarsea a pesar de sus facciones benevolentes. Con prendas claras y algunos toques en violeta en patrones sobre los bordes del yukata, sin la cuerda sobre su cintura.
—Naruto sospecha de ti —dijo, directo. Cuanto antes finalizara el interrogatorio, podría volver a casa cuanto antes—. ¿Tienes alguna relación con el orfanato?
Yamato suspiró rendido, Sasuke era de gran ayuda en esta clase de situaciones delicadas.
Orochimaru por su parte escuchó en silencio, no precisamente por respeto, simplemente intrigado de las noticias que casi nunca podía enterarse si el exterior era lejano a su silueta. Simplemente pensó en las posibilidades, estaba más de claro que en estas décadas nunca tuvo la oportunidad de alejarse millas considerables de su hogar, claro que, la academia era una clara excepción con el permiso del Hokage y la permanente vigilancia de Yamato.
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星─; Las respuestas del invierno.
Fanfic-Los clanes son sólo etiquetas -dijo Mitsuki, dudoso en continuar a costa de su curiosidad. Mitsuki, dudoso en si encontró el valor de su voluntad, estará dispuesto a seguirla junto a su Sol y Sarada. A espaldas de Kohoha y su padre, Orochimaru, bus...